El museo romano ya tiene nombre

Una campaña popular y anónima aprovecha la Navidad para reivindicar el centro de la romanización en San Fernando con una tarjeta postal en la que se llama a la esperanza
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photo_camera Felicitación navideña en la que se reivindica el museo romano en San Fernando. EP

Mientras que la Xunta y el Concello siguen debatiendo sobre el futuro de San Fernando y sobre si debe hacerse, y dónde, un museo de la romanización, una iniciativa ciudadana acaba de surgir para reclamar esta infraestructura cultural y para que se cree en el viejo cuartel. Este viernes por la mañana empezó a circular por las redes sociales una tarjeta de felicitación navideña con una fotografía en blanco y negro de la antigua instalación militar en la que incluso se propone nombre para ella: MURO, que sería el acrónimo de museo de la romanización. La denominación alude, además, al elemento romano más distintivo de Lugo: la muralla, que fue concebida por el imperio como muro defensivo.

La composición que llegó ya a cientos de lucenses también vía whatsapp contiene la siguiente leyenda: "Porque coñezo a súa historia. Porque me implico no seu presente. Porque me ilusiona o seu futuro. Por Lugo eu tamén reivindicó o noso. Bo Nadal e Aninovo cheo de esperanza".

La tarjeta es anónima, parece estar desvinculada de cualquier institución y constata que en la ciudad hay defensores de la infraestructura cultural, aunque también hay quien cree que sería más provechoso para la ciudad un parador en San Fernando, como propone ahora la Xunta.

El nombre, Muro, sería el acrónimo de museo de la romanización, pero también hace alusión al elemento más distintivo de la ciudad

El departamento que dirige Román Rodríguez considera que debe haber un replanteamiento de la oferta museística y cultural de Lugo, para aprovechar algún edificio que está infrautilizado, como el MIHL. El Museo Interactivo de la Historia de Lugo, ubicado en el parque de Frigsa, costó más de diez millones de euros. Fue una apuesta arquitectónica arriesgada que hoy aplauden tanto profesionalmente como ciudadanos, pero precisamente por sus características no resultaría fácil reorientarlo ahora para museo de la romanización, al menos no sin hacer obras.

El centro gallego de la romanización fue concebido para el cuartel de San Fernando cuando en este se frustró el proyecto del auditorio, dentro de una red autonómica de museos y parques arqueológicos del que formaría parte el centro del megalitismo de la Costa da Morte, el del arte rupestre de Campo Lameiro y el de la cultura castrexa de San Cibrao de Las. Sin embargo, de momento solo se han materializado los dos últimos y en ninguno la vertiente investigadora tiene el peso que se le quería dar a este tipo de centros, que se pensaron no solo como espacios expositivos sino como lugares de catalogación, conservación, investigación y divulgación.

El hecho de que el ingente patrimonio arqueológico que ha surgido solo del subsuelo lucense —sin contar el aparecido en el resto de Galicia— esté desperdigado por distintos centros y almacenes, sin poder ser expuesto y sobre todo estudiado, es uno de los motivos que esgrimen los defensores del museo romano. San Fernando, un edificio histórico situado en plena ciudad romana y con un yacimiento en sus entrañas, es la ubicación idónea, creen.

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