Las multas de tráfico duplican las cifras precovid y recaudan más de 10 millones

La DGT formuló el año pasado 115.775 denuncias en las vías lucenses de su competencia, un 112% más que en 2019 ► El 83% fueron por exceso de velocidad y los radares móviles de la DGT multaron un 450% más que antes de la pandemia
Radar móvil instalado por agentes del subsector de Tráfico. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)
photo_camera Radar móvil instalado por agentes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Lugo en una carretera de la provincia. VICTORIA RODRÍGUEZ (ARCHIVO)

Las multas de tráfico en las carreteras de la provincia lucense competencia de la DGT duplicaron en 2021 las cifras previas a la pandemia y superaron los diez millones de recaudación. Así se deduce del informe que acaba de hacer público Automovilistas Europeos Asociados (Aea), en el que analiza la evolución de las infracciones cometidas en las carreteras españolas durante el periodo 2019-2021.

Según los datos recabados por la asociación, la DGT formuló el año pasado en las carreteras lucenses un total de 115.775 denuncias, lo que supuso un incremento del 112,52% con respecto a las formuladas en 2019, antes del covid, cuando se tramitaron un total de 54.478 denuncias. "El coste medio de las multas en España es de aproximadamente 93 euros, por lo que la recaudación en la provincia de Lugo superaría el año pasado los diez millones de euros", señalan.

El estudio revela igualmente que el exceso de velocidad continúa liderando el ranking de sanciones en materia de seguridad vial, con 96.913 denuncias, frente a las 61.969 del pasado año y las 39.253 de 2019. Las estadísticas revelan que los conductores lucenses se resisten a cumplir los límites, ya que en 2021 se contabilizaron un 146% más de sanciones que hace dos años por pisar demasiado el acelerador.

Desde la citada organización de defensa de los conductores explican que los radares camuflados de Tráfico "dispararon la recaudación de multas". De hecho, en la provincia de Lugo, de las cerca de 100.000 infracciones por exceso de velocidad, algo más de la mitad -un total de 51.868- fueron detectadas por los radares fijos, mientras que 45.045 conductores fueron sorprendidos por los radares móviles (3.293 con parada del conductor al cometer la infracción y 41.752 sin comunicárselo en el momento). El mayor incremento en el número de denuncias se registró precisamente en este último apartado, ya que el año pasado, los radares móviles multaron en la provincia de Lugo a 25.750 conductores (1.408 con parada del conductor y 24.342 sin ella) y en 2019 se tramitaron 17.601 denuncias (2.999 con parada del conductor y 14.602 sin que le dieran el alto).

De este modo, la conclusión del estudio es que el 83% de las multas de tráfico registradas el pasado año en Lugo fueron por exceso de velocidad y casi la mitad de los infractores fueron denunciados por los radares camuflados, que multaron un 276% más que en 2020 y un 450% más que en 2019.

Por otra parte, la Aea destaca en su informe que la DGT sancionó el pasado año a 5.096 conductores por no haber pasado la ITV o ser desfavorable (un 26,51% más que en 2019, antes de la pandemia), a 1.721 por dar positivo en las pruebas de alcoholemia (un 24,17% más), a 1.590 por no hacer uso del cinturón de seguridad (un 7,58% más), a 1.149 por conducir sin carné (un 71,75% más), a 828 por conducir utilizando el móvil (un 39,16% más) y a 738 por conducir bajo los efectos de las drogas (un 26,15% más).

Automovilistas Europeos Asociados señala que, en todo el territorio nacional, la DGT formuló el año pasado 4.793.520 denuncias, "lo que supuso un incremento del 23,6% respecto a 2020 y una recaudación récord de 444.347.376 euros", concluyen.

"Un radar camuflado no elimina riesgos. Sirve para recaudar, no para prevenir"

Automovilstas Europeos Asociados valora de forma negativa el aumento desmesurado de multas por parte de los radares camuflados de la DGT y considera que tienen un "efecto negativo" en la seguridad vial. Tal y como apunta su presidente, Mario Arnaldo, este tipo de radares "dejan de utilizarse como un elemento de prevención para pasar a utilizarse con afán recaudatorio, ya que la situación de riesgo no se elimina", afirma. En su opinión, "cuando un radar móvil sorprende a un conductor y le llega la multa uno o dos meses más tarde, ya ni se acuerda de la infracción que ha cometido. Si se quieren instalar radares móviles hay que parar al conductor en ese momento. El efecto amonestación por parte de los agentes de la Guardia Civil es mucho más efectivo que la multa", sostiene.

Por otra parte, Arnaldo explica que darle el alto al conductor cuando comete la infracción permite identificarlo. "Desde que se creó el carné por puntos, España es el país de la Unión Europea con más abuelas infractoras. Eso es lo que pasa cuando se instala un radar móvil que trabaja solo y que solamente pretende recaudar. El conductor comete una infracción al volante y acaba identificando a un tercero, por lo general algún familiar de avanzada edad que ya no conduce, pero todavía tienen el carné en vigor. De este modo", apunta, "no se corrigen las conductas infractoras al volante ni se vela por la seguridad vial". En todo el territorio nacional, los radares camuflados en los que no se le da el alto al conductor en el momento de la infracción tramitaron en 2021 un total de 610.399 denuncias, frente a las 515.620 de 2020 y las 450.512 de 2019. En tan solo dos años, estas sanciones se incrementaron un 35,49%, mientras que las multas por los radares fijos bajaron en el mismo periodo un 1,87% y las tramitadas por los radares móviles con parada del conductor descendieron un 2,24%.

En la comunidad gallega, los radares camuflados de la DGT multaron el año pasado a 181.086 conductores, lo que supondría una recaudación estimada de 16,8 millones de euros.

En la provincia de Lugo, las 41.752 sanciones puestas por los radares móviles sin parada del conductor alcanzarían una recaudación aproximada de 3,8 millones de euros, según las conclusiones de la AEA.

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