Fallece en Barcelona Jorge Dorribo, fundador de Nupel

El empresario, fundador de Laboratorios Nupel, se encontraba haciendo negocios en la ciudad condal

Jorge Dorribo, en 2017. SEBAS SENANDE
photo_camera Jorge Dorribo, en 2017. SEBAS SENANDE

Jorge Dorribo, el empresario que protagonizó el ascenso más espectacular y la caída más estrepitosa de Lugo, falleció este jueves en Barcelona.

Las primeras informaciones apuntan a que Dorribo, de 54 años, no pudo superar un infarto que sufrió mientras estaba en la ciudad condal, al parecer haciendo negocios.

Jorge Dorribo fue el creador de Laboratorios Nupel, una firma ligada al sector farmacéutico y la comercialización de medicamentos que en pocos años a principios de los 2000 se convirtió en un gigante que, desde O Ceao, facturaba más de cien millones de euros al año. Una lluvia de dinero que permitió a este peculiar personaje convertirse en una figura de la sociedad lucense y gallega, llamando la atención por una vida de lujo y excesos entre yates, aviones privados, coches de lujo y patrocinios deportivos.

Sin embargo, la empresa de Lugo resultó ser un gigante con los pies de barro, una enorme estafa que comenzó a destaparse el 24 de mayo de 2011, cuando la Policía detuvo a Jorge Dorribo y a otra decena de personas, entre socios, colaboradores y cargos políticos, en relación con un fraude millonario de subvenciones de dinero procedente de Europa y gestionado a través del Igape de la Xunta. Había estallado el caso Campeón, nombre con el que los investigadores habían bautizado a la operación por la costumbre del propio Jorge Dorribo de llamar a todo el mundo "campeón".

No obstante, el gran petardazo aún estaba por llegar. Para que la jueza instructora, Estela San José, accediera a su salida de prisión. Dorribo realizó una declaración explosiva en la que acusó de recibir sus sobornos a tres políticos: el diputado autonómico del PP Pablo Cobián; el exconselleiro de Industria de la Xunta Fernando Blanco y, de traca final, el entonces ministro de Fomento y hombre fuerte del PSOE nacional, José Blanco. Tras las investigaciones, solo Pablo Cobián fue condenado, pero las carreras políticas de los otros dos quedaron seriamente tocadas.

Por el camino, Laboratorios Nupel y su entramado de empresas entró en concurso de acreedores y se comenzó a desvelar el auténtico estado económico de su imperio: ni fabricaba ningún medicamento ni tenía patentes de valor, simplemente se dedicaba a reempaquetar algunos medicamentos y a sacarlos al mercado internacional en lugares conflictivos.

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