La moción plenaria aprobada el jueves en la que se insta al gobierno local a realizar gestiones con propietarios para dar usos alternativos a solares abandonados, así como a decorar medianeras de edificios con grafitis o jardines verticales tiene campo de actuación en una ciudad con muchos casos de feísmo. De hecho, el portavoz del BNG, Rubén Arroxo, que defendió esta moción de ornato urbano, instó al ejecutivo local a ponerse a trabajar e incluso hizo una propuesta inicial, con la que se pretende dar solución al tapón que genera un solar del número 372 de la Avenida da Coruña, donde los peatones a veces se ven obligados a bajar de la acera por sus reducidas dimensiones.
Arroxo, que no ve normal que una de las principales arterias de la ciudad tenga una acera por la que no pueden cruzarse dos personas ni pasar una silla de bebé, explica que el solar está vallado por un muro perimetral que invade la acera y se lamentan de que, «a pesares das promesas de anteriores gobernos, nunca se deu solución a esta situación que leva sendo denunciada polos veciños dende fai máis de 20 anos», dijo.
El portavoz del BNG se felicitó además de la aprobación de una iniciativa con la que su formación pretende que se dé un uso a los solares abandonados de la ciudad y que, debido al parón en el sector de la construcción, será difícil que en los próximos años sean edificados. Así, entre las utilidades que se plantean para estas parcelas está la creación de parques infantiles y biosaludables o su utilización como huertos urbanos por parte de los ciudadanos. A cambio, los propietarios verían acondicionada la finca en tanto no se deciden a desarrollarla urbanísticamente.
Pero si la reutilización de solares puede contribuir a aprovechar mejor los espacios urbanos, lo que pretende reducir el feísmo de la ciudad es el apartado de la moción plenaria que apuesta por decorar las medianeras de aquellas casas con diferentes alturas a las que tienen anexas.
El gobierno local anunció que ya tiene en marcha un plan para pintar murales en algunos edificios, entre ellos en una medianera de la casa ubicada junto a la gasolinera Martínez. Pero en la Ronda da Muralla existen muchos casos más y el más llamativo es el que generan tres medianeras de edificios de la calle San Roque. Allí cerca, en la Rúa Río Neira, también hay varias casas donde se podrían pintar grafitis para reducir el impacto visual, al igual que en muchos inmuebles del entorno de Paradai y A Estación. El gobierno explicó que de momento se centrará en atacar el feísmo en el casco histórico y que después intervendrá en los barrios, aunque el alto costo de cada mural, que se estima en unos 10.000 euros, podría provocar que este ambicioso proyecto se ralentice.
