Movistar cede el número de una lucense y la deja sin servicio telefónico

Desde el pasado viernes su línea no funciona y en la atención al cliente no le dan solución
La usuaria muestra el mensaje de cambio a contrato
photo_camera La usuaria muestra el mensaje de cambio a contrato

Una joven lucense que llevaba más de diez años con una tarjeta de prepago de Movistar está desde el viernes sin servicio telefónico porque, según pudo saber, la compañía adjudicó su número a otra persona. La propietaria del teléfono asegura que la tarjeta tenía saldo y que este tiene vigencia hasta mediados del año próximo, por lo que no había ninguna razón para arrebatarle su número.

La primera señal de que algo no iba bien le llegó el pasado viernes, cuando el operador de telefonía móvil le envió un mensaje en el que le daba la bienvenida a la modalidad de contrato, algo que ella no había solicitado. Cuando llamó al 1004 para indicar que se trataba de un error, le pidieron sus datos y le dijeron que ella no era titular de esa línea, si no otra persona de Valencia. Al día siguiente fue a una tienda en Lugo, donde le confirmaron que efectivamente ese número estaba abonado a otra persona y le ayudaron en lo que pudieron, pero no estaba en sus manos restablecerle el servicio. Desde entonces ha llamado infinidad de veces al servicio de atención al cliente para que le solucionen el problema sin obtener resultado alguno. Es más, asegura que en muchas ocasiones le han colgado el teléfono y han llegado a ser maleducados.

Llegaron a decirle que se pasara por un centro comercial de Valencia para arreglar el problema de su teléfono

El rosario de disparates no acaba ahí. En una ocasión la llamaron para que fuera al mostrador de un centro comercial para solucionar cuanto antes lo de su teléfono, pero el centro estaba en Valencia. Y en otra de esas llamadas en vano una teleoperadora, tras oír sus quejas, pasó a hacerle promoción de los servicios de telefonía fija. El martes, otra representante de la empresa le indicó que ese mismo día quedaría solventado el problema, pero tampoco fue así. Y la última noticia que le dieron es que tardaría entre diez y quince días.

En todo este tiempo, su línea no ha estado operativa. Si se llama a su número, un mensaje indica que ese teléfono está apagado o fuera de servicio. La mujer asegura que este problema le ha traído muchos quebraderos de cabeza porque trabaja a media jornada y su jefa la avisa a través del móvil cuando la necesita. Además, ese es también el número al que la llaman de servicios médicos y en todos estos días se ha visto privada de él. Eso sin contar el tiempo y la paciencia que ha perdido y los enfados que le han provocado. "Tengo un dolor de cabeza que no se me va desde entonces. Me parece increíble lo que está pasando. Cuando llamo pongo el manos libres para que otra gente oiga este despropósito porque cuando lo cuentas es difícil de creer", dice.

Aún no sabe cuándo acabará esta pesadilla, pero tiene claro lo que hará en cuanto recupere su número de teléfono. "Cambiar de compañía", asegura.

Este periódico intentó recabar la versión de la compañía telefónica a través de su servicio de prensa sin éxito alguno.

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