La Policía Nacional y los Bomberos de Lugo se movilizaron en la noche de este martes ante el aviso de una persona que alertó de que hacía varios días que no tenían noticias de un vecino. Apuntó además que de su piso, situado en la Rúa Doutor Gasalla, provenía un fuerte olor.
Los bomberos lograron entrar en la vivienda a través de una ventana y comprobaron que no había nadie en el interior. El olor que denunció el vecino procedía de unos restos de comida putrefacta que el inquilino había dejado en el piso. Los efectivos procedieron a tirar esa basura y abandonaron la vivienda.
Hasta el lugar se desplazaron tres coches de la Policía Nacional y un camión de los Bomberos de Lugo.