El misterioso robo de la máquina de media tonelada

Una grúa y varias horas de trabajo fueron necesarias para robar una plegadora de canalones en O Ceao sin que nadie se enterase

Cámara en el polígono de O Ceao. PEPE TEJERO
photo_camera Cámara en el polígono de O Ceao. PEPE TEJERO

Una plegadora de canalones es una máquina de media tonelada de peso, que va sujeta con firmeza en una furgón y sirve para construir a medida vierteaguas de los tejados in situ. Una máquina de ese calibre fue el principal botín de un misterioso robo ocurrido a finales de la semana pasada en O Ceao, en la Rúa Factoría, donde los ladrones tuvieron a la fuerza que pasar varias horas para desmontar el pesado artilugio y llevárselo con una grúa.

El robo fue descubierto por personal de otra empresa de la zona, que al pasar por delante de la nave, que no tiene rótulos ni identificación visible, observó la puerta abierta pese a ser una hora temprana. Avisaron a la Policía, que se presentó en el lugar y levantó atestado del suceso y tomó huellas dactilares. También avisó al dueño, que llegó inmediatamente.

Según parece, los ladrones se llevaron la plegadora y un número indeterminado de sierras radiales, además de otras herramientas. La hipótesis principal es que los delincuentes accedieron por la puerta principal. La nave carece de alarma y al parecer el empresario tampoco tenía seguro, según comentó allí mismo. Todo indica que necesitaron varias horas de trabajo y que conocería bien el material del que se trataba, para desmontarlo sin estropear nada.

Tampoco parece fácil que lo cargaran en otro vehículo solo con sus manos, lo que lleva a deducir que habrían utilizado una grúa pluma. ¿Cómo puede ser que todo este movimiento no fuera advertido? La Policía investiga los pormenores del caso, aunque en este caso les hubieran sido muy útiles las cámaras de vigilancia del polígono, que no funcionan desde 2013.

Ni el empresario ni los empleados volvieron a pasar por la nave desde el jueves. A los agentes de Policía desplazados al lugar les comentó que el robo le obliga a cerrar y a despedir a la pequeña plantilla. Precisamente, este lunes desde comisaría confimaron que el gerente de la empresa -que tenía alquilada la nave donde se produjo el robo- todavía no presentó la correspondiente denuncia con la tasación de los efectos robados. Alude que sus gestores están preparando la evaluación del botín y los desperfectos, que superarán los 40.000 euros.