Separado y con una hija, su perfil no es el que estamos acostumbrados a ver en estos menesteres. Pero aun así, se puede ser misionero sin ser religioso. Él, al final, lo hará. En su día, se metió la pandemia de covid de por medio y creyó que quedaría todo paralizado. Hace dos meses, le surgió de nuevo la oportunidad. Esta vez no la quiere desaprovechar. El 28 de febrero cogerá el avión rumbo a Angola y allí estará un año.
"Seré misionero seglar y me iré con la ONG Misevi (Misioneros Seglarios Vicencianos), de San Vicente Paúl, que depende de la orden de las Hijas de la Caridad. Me iré a una ciudad que se llama Lobito, en la provincia de Benguela, a 530 kilómetros de la capital, Luanda, hacia el sur. Allí estaré, junto a otro chico canario de 22 años, trabajando en un barrio marginal", explica.
La ONG Misevi lleva a cabo cuatro programas distintos en Angola: uno, de educación infantil para niños de 3 a 5 años; otro, llamado Jóvenes Líderes, para la formación de jóvenes en el mundo laboral; otro más, de mujeres maltratadas, y un cuarto, de adultos con problemas de alcoholismo.
José Luis no sabe todavía a cuál lo asignarán, eso se lo dirán en su destino. A él le da igual. Le interesa la experiencia vital que le va a suponer estar un año en Angola ayudando a la gente. En principio, le dijeron que podría dedicarse a dar catequesis y a asuntos administrativos. Por eso, ahora, se afana con el portugués, la lengua oficial de esta antigua colonia lusa en África.
"Veo muchas películas en portugués a través de Youtube. Las voy entendiendo bastante bien, mejor las comedias que las películas de acción o los dramas. Y también estoy leyendo a José Saramago y a Paulo Coelho. Trato de ponerme al día para poder comunicarme allí", dice.
No es la única preparación que tiene que hacer José Luis Pérez Mudarra antes de volar a Angola. También tuvo que hacer un curso con la ONG sobre la misión y, antes, ya había hecho otro con otra ONGD, Madreselva, una organización salesiana con la que pensaba ir en un principio y con la que tuvo que postergar sus planes, tras la aparición de la pandemia.
"Desde joven, estuve siempre muy vinculado a los salesianos. Soy antiguo alumno salesiano de Atocha, en Madrid, y soy salesiano cooperador, que es lo que hacemos los laicos seglares. Iba a ir con ellos, a través de Madreselva, pero todo quedó aparcado por el coronavirus. En noviembre, me llamaron de Misevi porque dos misioneras que estaban en Lobito tuvieron que venirse a España dado que sus padres tenían covid. Así que me lo propusieron a mí. Les dije que me dejaran un par de días para pensarlo, pero no los esperé. Al rato, les estaba confirmando que sí. Me hace mucha ilusión", asegura.
Preparativos "Si puedo, me vacuno del covid"
Vacuna
Eso sí, José Luis Pérez Mudarra se tomará todas las precauciones para poder viajar seguro y también para protegerse contra el virus. Por eso, va a intentar pedir que lo vacunen antes de emprender viaje. "Se lo voy a proponer al médico de cabecera. Si puedo, me vacuno del covid. Por ahora, me pondré las otras vacunas necesarias para viajar a Angola y protegerme de otras enfermedades que sean allí endémicas", explica.
Embajada
José Luis espera poder cumplir, con esta misión, su ilusión de juventud. Sin embargo, aún tendrá que vencer otro obstáculo más: una entrevista en la embajada de Angola para conseguir que le tramiten el visado. "Espero que no haya ningún problema y poder, finalmente, ir. Pero a ver qué pasa en la embajada", dice.