"Mis hijos están muy contentos", dice Lina tras el primer día en casa

La vuelta a casa de la médico lucense Lina Álvarez, que caba de ser madre con 62 años, fue "perfecta". Ss hijos mayores, de 10 y 28 años, "están muy contentos" de tener a la pequeña Lina ya con ellos. "A Tixiquito no se le quita la sonrisa", contaba este miércoles Lina refiriéndose a su hijo mayor, aquejado de una parálisis cerebral, y el mediano "está encantado". La niña, dice, sigue portándose tan bien como en el hospital, donde pasó la primera semana de vida mientras la madre se recuperaba de la cesárea. Lo único que se sale fuera de la normalidad de cualquier otra familia es el requerimiento continuo de los medios de comunicación para seguir la evolución de una de las mujeres del mundo que más tarde afrontó la maternidad.

Aunque Lina Álvarez siguió atendiendo a la prensa con amabilidad, reconoce que necesita poner orden. "Necesito normalizar mi vida, tengo tres niños y tengo que atenderlos. No dispongo de tiempo", reconoció. La médico lucense cuenta con la ayuda de su hermana, explicó, que le está echando una mano en estos primeros días, pero las dos se encuentran agotadas por el ajetreo y las llamadas continuas, tanto de medios como de mujeres que quieren saber cómo consiguió realizar una fecundación in vitro y llevar un embarazo a término a una edad a la que muchas clínicas de medicina reproductiva se niegan a tratarlas. "Me llaman muchas mujeres. Hay muchas madres que sufren porque quieren serlo y no pueden", indicó Lina Álvarez.

La pequeña fue inscrita este miércoles en el registro civil. El trámite lo realizó su propia madre, que acudió a las oficinas entre toma y toma para cubrir los papeles, mientras la niña quedaba al cuidado de su tía.

Esa misma este viernes, un equipo de televisión hizo un directo desde el portal de su casa y ella participó telefónicamente en programas de ámbito nacional, donde algunos tertulianos volvieron a cuestionar su decisión de ser madre a los 62 años y el futuro que podrá ofrecerle a su hija. "No me critiquéis, que tengo mis razones y cada persona es un mundo", les dijo la médica lucense tras defender su decisión.