Miles de farolillos, por los 15 años de la muralla como Bien Mundial

El adarve se llenó de gente, tanto para hacer la suelta como para vislumbrar el espectáculo
Imagen de la fachada de la catedral, desde la muralla, con los farolillos voladores
photo_camera Imagen de la fachada de la catedral, desde la muralla, con los farolillos voladores

Unas 3.000 personas, según el Concello, se sumaron este domingo al espectáculo visual de la suelta de farolillos voladores desde la muralla que, por unos momentos, llenaron de magia y luz el cielo de la capital lucense.

El adarve se llenó de público, que subió al monumento a través de los distintos accesos desde los cuales se fueron soltando, de forma sucesiva, los farolillos a partir de las ocho de la noche. Farolillos de color rojo y blanco que habían sido repartidos, de forma gratuita, en las puertas de la muralla.

Un cuarto de hora después de la hora inicial del espectáculo visual, ya eran numerosos los farolillos que sobrevolaban la ciudad, constituyendo una imagen única, especialmente en el entorno comprendido entre la muralla y la catedral.

El acto sirvió para conmemorar los quince años de la declaración de la muralla como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, aniversario que se celebrará este lunes.

Los farolillos, que ascendieron al cielo lucense impulsados por una pequeña llama en su base, pudieron ser vistos desde distintos puntos de la ciudad, incluso fuera de murallas. Entre los asistentes al espectáculo, había incluso algún turista, sorprendido por la belleza del espectáculo.

También resultó emocionante, de una manera muy especial, para los niños que, acompañados de sus padres, acudieron al acto puesto que muchos de ellos eran los que efectuaban la suelta del farolillo para, después, seguir su recorrido en el ascenso a las alturas del cielo lucense. "¡Mira, ese se va a quedar en el campanario de la catedral!", comentaba una niña. Entre los más pequeños, había escolares del Ceip Paradai que, en un acto del Anpa, subieron también al adarve.

Los farolillos ascendieron sin problemas aunque alguno de ellos llegó a dispersar algunas chispas, por lo que,en algún momento, se temió que pudiera publicar algún daño. Sin embargo, eso no sucedió y continuó su ascenso a las alturas hasta casi perderle de vista. En otro caso, uno de los farolillos, rojo y con forma de corazón, se resistía a ascender y tuvo que recibir la ayuda de un manotazo y un soplido de un padre para continuar su camino.

RESTAURANTES. Además, durante el fin de semana, la taberna Daniel, el restaurante Antas, A Nosa Terra, Os Cachivaches, la parrillada Porta Santiago, el Campos y el Mesón do Alberto ofrecieron menús con precios especiales dedicados a la muralla.

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