El Consejo de Ministros dio este miércoles el visto bueno al ascenso del coronel Miguel Ángel González Arias a general de brigada del cuerpo de la Guardia Civil, tal y como propuso el Ministerio de Defensa. Se da por hecho su traslado a Madrid para ocupar ese puesto, que no existe en la comandancia de Lugo, en los servicios centrales. Todavía no se ha confirmado quién ocupará el cargo que dejará vacante con su marcha.
González Arias fue nombrado coronel de la Guardia Civil de Lugo en agosto de 2016. Nacido en la ciudad en 1964, se había incorporado como responsable de la comandancia lucense en octubre de 2013. Previamente desarrolló su carrera profesional en el servicio de información de Vizcaya y en la unidad especial del departamento central de información en Madrid. También estuvo destinado en A Coruña.
Es un gran experto en lucha antiterrorista y, durante los años de plomo de Eta, se dedicó a esa tarea en el País Vasco y también en los servicios centrales. Participó en el desmantelamiento de numerosos comandos, estuvo incluso infiltrado en Francia y fue uno de los guardias civiles que participó en primera línea en la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, poniendo así fin al secuestro más largo de la historia de la banda.
González Arias, antes de estar destinado en su ciudad natal a partir de 2013, ya había trabajado en Lugo durante mucho tiempo, donde participó en algunas de las operaciones más relevantes llevadas a cabo por la Guardia Civil. Además, en 2009 ya llegó a ejercer como comandante interino y, por ese motivo, tuvo participación pública en asuntos de relevancia.
Su traslado a otra comandancia es inevitable, toda vez que en Lugo no existe el cargo de general de brigada, por lo que el ascenso está ligado necesariamente a su marcha. El hasta ahora coronel era una figura de reconocida solvencia, con gran experiencia y muy apreciado por los miembros de la comandancia lucense.
