Una lucense tendrá que mantenerse durante seis meses alejada al menos 50 metros de su hija, tras reconocer que agredió a la niña cuando esta tenía ocho años. La mujer también tendrá que cumplir 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad, después de que la niña recibiera golpes en las piernas y en la cara y acabara incluso con un ojo hinchado.
La mujer fue juzgada ayer en el Penal 2 de Lugo, donde aceptó un acuerdo con la Fiscalía para reconocerse culpable de un delito de lesiones y rebajar la pena a la que se exponía, ya que el ministerio público solicitaba para ella un año de prisión y prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 300 metros de su hija y su domicilio durante un período de 3 años.
Según explicaba el representante fiscal en su escrito de acusación, la acusada mantuvo una relación sentimental con el padre de la niña, que actualmente tiene su custodia. Los hechos probados sucedieron cuando la niña tenía ocho años, "siendo la menor especialmente vulnerable en ese momento ya que residía únicamente con su madre en el domicilio (o con algún novio de la progenitora esporádicamente) durante el tiempo que pasaba a su cargo, y por ser la acusada consumidora habitual de bebidas alcohólicas".
Así, en la noche de los días 31 de mayo al 1 de junio del año 2018, "la acusada se encontraba en el domicilio con su hija y, como la menor no quería dormir, le propinó varios golpes en las piernas y un golpe en el ojo debido al cual la niña desarrolló un hematoma en la zona ocular".
No obstante, aclara el escrito de acusación, "por dichas lesiones la menor no recibió ninguna asistencia facultativa, por lo que hemos de considerar en beneficio de la acusada que dichas lesiones curaron con una primera asistencia facultativa y sin secuelas".
