Menores con escolta

La Policía explica que quienes no llegan a los 18 años pueden entrar en discotecas con un adulto que debe acompañarlos siempre

Fiesta en una discoteca. EP
photo_camera Fiesta en una discoteca. EP

Fin de Año es una fecha destacada para muchos adolescentes porque esa noche las familias suelen ser más permisivas en cuanto al régimen de salidas y horarios. Quizás puedan salir de noche por primera vez o, en todo caso, quizás hasta más tarde de lo que hacen habitualmente. Pero, ¿a dónde pueden ir y qué pueden hacer? El inspector de la Policía Autonómica José Ramón Fernández explica que los menores a partir de los 16 años pueden entrar en salas de fiesta, baile y discotecas acompañados de un adulto, esto es, de una persona mayor de 18 años que se haga cargo. "La responsabilidad es del local, que tiene que pedir el DNI e impedirle el acceso, a no ser que vaya con un adulto responsable", apunta.

En la ley, tal como está redactada actualmente, no figura que el adulto, en caso de no ser su tutor legal, tenga que disponer de un documento firmado por los responsables del joven autorizándolo a ejercer la tutela en el local de ocio. Sin embargo, lo que está claro, señala José Ramón Fernández, es que «tiene que estar en todo momento con el menor y es el responsable de lo que le pase en el interior del local», apunta. No puede facilitarle la entrada y desentenderse. "Tiene que saber dónde se encuentra y si pasa algo, ser capaz de informar", añade.

El incumplimiento de la norma que obliga a prohibir la entrada a un menor no acompañado de un adulto que se responsabilice de él se considera infracción muy grave en la ley de prevención de consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad.

Porque, como señala el inspector Fernández, el fin último de estas medidas es "evitar el consumo de alcohol" por parte de quienes no han alcanzado la mayoría de edad, aclara. Si el establecimiento le vende bebidas alcohólicas directamente, la responsabilidad recae sobre él. Sin embargo, si la persona que actúa de acompañante adulto compra la bebida y luego la comparte con el menor, «está incurriendo en una infracción administrativa» y tendrá que asumir las consecuencias, que se traducen en una multa.

En el caso de fiestas privadas, controlar el acceso es mucho más complicado porque la ley no dice nada al respecto y también lo es determinar quién le facilita la bebida al menor de edad.

La Policía Autonómica tiene la competencia de la vigilancia del consumo de alcohol por parte de menores, pero cualquier otro cuerpo policial puede levantar acta si detectan una infracción de este tipo. Según José Ramón Fernández, el control de acceso en locales es poco habitual, pero sí es frecuente la vigilancia de consumo en la vía pública. Cuando detectan un caso, avisan a los padres para que se hagan cargo y asuman la responsabilidad subsidiaria que conlleva la infracción.

PATRULLA. Sin embargo, la noche de Fin de Año poco control podrá hacer la Policía Autonómica, dado que solo habrá una patrulla —formada por dos agentes de los 44 que tiene este cuerpo en Lugo— de guardia y sus atribuciones exceden el control del consumo de alcohol por parte de menores, ya que también se encargan de la asistencia a víctimas de violencia de género y del traslado de menores tutelados por la Xunta en centros de la Administración autonómica, entre otras cosas.

La Policía Nacional, por su parte, indicó que no se hará un dispositivo especial por ser Nochevieja. "Como es una fecha complicada, se tratará de sacar el mayor número de efectivos a la calle para realizar labores de prevención", en palabras de su portavoz, que no precisó cuántos efectivos estarán activos. Esas labores, dijo, se centrarán en evitar robos y peleas.

Comentarios