Tres menores asaltan a punta de navaja a otro de noche en las cuestas del parque de Rosalía

Uno de los agresores le puso el arma en el cuello al chico y le arrebató la cartera y el móvil, mientras los otros agarraban a su amigo para que no pudiera ayudarle

El suceso ocurrió en la zona de las cuestas del Parque. AEP
photo_camera El suceso ocurrió en la zona de las cuestas del Parque. AEP

Las cuestas del parque de Rosalía de Castro fueron el escenario de un nuevo robo con violencia registrado en la madrugada del pasado jueves y protagonizado por tres adolescentes que todavía no han alcanzado la mayoría de edad.

Las víctimas —dos amigos de 17 años— salieron a dar una vuelta el miércoles por la noche y acudieron al Parque, donde ese día se dieron cita numerosos jóvenes al ser víspera de festivo. Poco después de las doce de la noche, los dos amigos se detuvieron en la zona de la cuestas y tres desconocidos se aproximaron a ellos. En un principio, los chicos no desconfiaron del grupo y se quedaron quietos. Sin embargo, pronto se percataron de sus intenciones, ya que comenzaron a increparlos con insultos y amenazas.

Según consta en la denuncia, uno de los asaltantes sacó de repente una navaja de un bolsillo y se la colocó a un menor en el cuello. Y mientras esto sucedía, sus compinches inmovilizaban a su amigo para que no pudiera intervenir y ayudarlo.

El joven que portaba el arma blanca le pidió a la víctima que le entregara la cartera y logró inmediatamente su objetivo, ya que el adolescentes se quedó aterrorizado y siguió sus indicaciones para evitar que cumpliera sus amenazas y le clavara la navaja.

Cuando fueron detenidos, uno de los asaltantes todavía llevaba encima el móvil de la víctima y la navaja usada en el robo

El asaltante abrió en ese momento la cartera y comprobó que contenía tan solo cinco euros en efectivo, un botín que le pareció escaso. De hecho, no dudó en recriminárselo y le exigió el móvil, logrando también que se lo entregara sin oponer ningún tipo de resistencia.

Cuando el agresor consiguió lo que quería, sus dos cómplices soltaron al otro joven y los tres ladrones huyeron corriendo del Parque.

ARRESTO. En cuanto los agresores se alejaron, las víctimas llamaron al teléfono de Emergencias 112, desde donde alertaron al 091. La Policía Nacional recogió el testimonio de los menores y desplegó de inmediato un amplio dispositivo por toda la ciudad.

Poco después, una de las patrullas que participaba en el operativo de búsqueda localizó en la Praza de Santo Domingo a tres jóvenes cuyas características coincidían plenamente con la descripción que habían aportado las víctimas. Los agentes los siguieron y finalmente los interceptaron en la Rúa da Raíña.

Según confirmó este viernes el portavoz de la comisaría lucense, uno de los sospechosos llevaba encima el teléfono móvil que le acababa de arrebatar al denunciante, así como la navaja utilizada supuestamente en el robo. Los tres jóvenes fueron detenidos y trasladados a la sede policial de la Rúa Chantada.

Tras el arresto, los agentes que participaron en la intervención comprobaron que los tres asaltantes —todos ellos de Lugo y sin antecedentes por otros hechos delictivos— no habían cumplido todavía los 18 años, por lo que pusieron el caso en conocimiento de la Fiscalía y el juzgado de Menores.

INSEGURIDAD. El asalto registrado en la madrugada del pasado jueves no es, ni mucho menos, el primero que se registra en la zona del parque de Rosalía de Castro, en pleno centro de la ciudad. De hecho, los vecinos del entorno se quejan de la "permisividad" que demuestran las distintas administraciones con los jóvenes que acuden a la zona los fines de semana para hacer botellón.

Según exponen, además de acarrear problemas importantes de convivencia —por el ruido y la suciedad que se genera—, el botellón lleva aparejados problemas de seguridad, hasta el punto de que algunas bandas juveniles aprovechan la aglomeración de chicos en el recinto para cometer robos y atracos, en ocasiones con gran violencia.

Los residentes piden mayor "control y vigilancia" para evitar que en el futuro se produzcan incidentes "con consecuencias realmente graves".