Lara Méndez pacta con los barraquistas una rebaja en el precio de las atracciones

El Concello no les cobrará cuotas por instalarse debido a la crisis que sufren y se les pidió a cambio un gesto de ayuda a las familias de Lugo
Atracciones montadas en San Froilán el año pasado. SEBAS SENANDE (AEP)
photo_camera Atracciones montadas en San Froilán. SEBAS SENANDE (AEP)

Las barracas abrirán al público el lunes por la tarde y lo harán aplicando un descuento en sus precios. Los feriantes adquirieron ese compromiso con la alcaldesa, Lara Méndez, que les pidió que aplicaran rebajas en consideración a la situación económica que viven muchas familias tras la crisis del covid.

En una reunión este viernes con los feriantes, la regidora demandó esos descuentos también como contraprestación a la decisión del Concello de eximirles este año del pago de las cuotas por la instalación de las barracas. El Concello, dijo la alcaldesa, decidió no cobrar esas tasas para ayudar a los barraquistas en un momento difícil, ya que llevan prácticamente dos años sin poder trabajar.

Tradicionalmente, los pagos de los barraquistas por la ocupación del suelo han sido la primera fuente de financiación de las fiestas patronales de Lugo, de modo que la exención conlleva un compromiso excepcional.

El acuerdo supondrá, en principio, que los viajes que antes costaban tres euros este año pasarán a tener un coste de 2,5 euros.

Respecto a las atracciones, repetirán las que estuvieron en 2019. Aquel año no hubo noria y este año, por tanto, tampoco la habrá. La alcaldía señaló este viernes que se ha hecho el esfuerzo de montar en una semana un ferial que normalmente exige más de dos meses de trabajo, por lo que no hubo más opción que tirar de los barraquistas que lograron una adjudicación en 2019.

Los viajes en una atracción que antes costaban tres euros pasarán a valer 2,5 tras el pacto que cerró la regidora con los feriantes

Ha habido que tomar decisiones rápidas, ya que el objetivo al autorizar las atracciones era tanto ser sensibles con los feriantes como ayudar a la economía local, ya que las barracas dinamizan el comercio y la hostelería, defendió la regidora. Sostuvo que se trataba también de dar un "aliciente" a los niños, que llevan dos años sufriendo muchas restricciones y que de esta forma podrán volver a disfrutar de la fiesta.

Los pactos con los barraquistas se cerraron este viernes en una jornada de infarto y no exenta de tensiones, durante la cual muchos feriantes empezaron ya a desembarcar en el recinto ferial para iniciar el montaje de las instalaciones.

Así, mientras muchos empezaban a llegar al ferial con sus camiones, otros amagaron con una revuelta a las puertas del Concello, donde amenazaban con hacer inviable el ferial si no se les permitía instalarse. Los manifestantes eran feriantes veteranos que llevan muchos años instalando puestos de alimentación, como garrapiñadas o castañas.

Hasta ocho policías locales tuvieron que apostarse a mediodía a las puertas de la casa consistorial para intentar calmar los ánimos y los feriantes que se sentían perjudicados fueron finalmente citados a una reunión con la alcaldesa, que les aseguró que podrán instalarse en el ferial todos los que tengan su documentación en regla.

Tras esas dos reuniones con feriantes quedó prácticamente despejada la última fase de preparativos para el montaje de un ferial que vuelve pero que será distinto. Todo se ha organizado en unos pocos días y, por ejemplo, no ha sido posible contratar las casetas que se ponían en Rodríguez Mourelo.

Algunos feriantes daban este viernes por hecho que no habrá posibilidad de que monten sus puestos los vendedores africanos y latinos que colocaban algunos de los puestos con tirón. Pero está por ver que eso sea definitivo.

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