La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, inauguró este jueves un nuevo centro social que dará servicio a unos 20.000 vecinos de O Castiñeiro y Abuín-Abella. Situado en Aquilino Iglesia Alvariño, el edificio se convertirá en "referente" en la ciudad, como ejemplo de espacio de convivencia, apostó la regidora.
El edificio ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros, financiados en un 80 por ciento con fondos de la UE, y se ha concebido para ser sostenible y prestar un abanico muy amplio de servicios, con espacios polivalentes.
Será la sede de los servicios sociales que atienden a los vecinos de O Castiñeiro, Abella, O Carme, A Cheda y parte de las parroquias del rural, pero funcionará también como centro sociocultural y albergará actividades intergeneracionales, apuntó Méndez.
El edificio cuenta con zonas multifunción, con tabiquería móvil, y dispone de una sala que podrá acoger actuaciones y espectáculos, con apertura al exterior y una gran pantalla de cine.
El inmueble, que cuenta con paneles solares y fue construido con madera y con láminas para regular el sol, tendrá un consumo de energía bajo
La regidora destacó aspectos constructivos del inmueble, construido con madera y que tendrá un consumo energético casi cero, por lo que da continuidad al modelo urbano de lucha activa contra el cambio climático, manifestó. Hay paneles solares y un sistema de láminas en las ventanas regulará el impacto del sol.
Durante un acto inaugural que incluyó música, danza y un torneo de tute, Lara Méndez dijo que la ciudad gana un edificio moderno y funcional en el que será posible compatibilizar las actividades de dinamización dirigidas a la tercera edad con propuestas para jóvenes y niños. Se trata de abrir un modelo de servicios intergeneracionales, sostuvo.
El centro se abre en una zona de la ciudad donde hay demanda de esos servicios, más necesarios si cabe tras la pandemia, afirmó la regidora, que presentó a los vecinos el nuevo equipamiento.
El edificio tiene dos plantas y un sótano, que funcionarán de forma independiente. La planta baja, que tendrá un distribución flexible, será el escenario de actividades recreativas y formativas.
En tanto, la planta superior estará reservada para los servicios sociales que presta el Concello a vecinos de una amplia zona de la capital y de la zona rural.
Entre los asistentes a la inauguración estuvo la concejala de Benestar Social, Olga López Racamonde, que incidió en que en el edificio se ofrecerá asesoramiento y atención a los vecinos para la tramitación de ayudas sociales, pero que también habrá cursos de formación, parte de los cuales buscarán mejorar la inserción laboral y reducir el riesgo de exclusión social. Además habrá actividades recreativas, como baile, teatro, espectáculos o juegos.
El centro contará con un equipo interdisciplinar, en el que habrá trabajadores sociales, educadores, animadores y auxiliares, además de conserjería.
Las responsables locales se mostraron convencidas de que la puesta en servicio del centro contribuirá a revitalizar esa zona de la ciudad, tanto por los servicios que dará como por la imagen de modernidad, innovación y mejora estética que aporta al barrio ese edificio público, que tiene al lado una zona verde.
