Méndez y Arroxo asientan las bases sobre las que empezar a negociar el gobierno de Lugo

La alcaldesa y el primer teniente llevan días hablando aunque las reuniones formales no comenzarán hasta la próxima semana. El BNG quiere gestión pública y recursos para ello y el PSOE no renunciará a tener papel en asuntos capitales, como la movilidad y el turismo
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photo_camera Asamblea local del BNG celebrada este jueves. XESÚS PONTE

El PSOE y el BNG iniciarán las reuniones para negociar el nuevo gobierno de Lugo la próxima semana, pero llegarán con trabajo hecho. Es probable que esos encuentros sean poco más que una formalidad, que sirvan, a lo sumo, para limar algún aspecto y hacer algún ajuste porque, con discreción, la alcaldesa, Lara Méndez, y el primer teniente, Rubén Arroxo, llevan días hablando para asentar las bases de la negociación. La asamblea nacionalista facultó ayer al grupo municipal.

Ajustes tras cuatro años de coalición "satisfactoria"

En este mandato hubo momentos tensos en la coalición, que fueron a más a medida que se acercaban las elecciones, pero en términos generales la experiencia fue satisfactoria para ambos. Con todo, los socios, especialmente el BNG, querrá corrigir algunas disfunciones, como las que hubo para que el PSOE, responsable de personal, cubriera plazas en algunos de sus servicios. El PSOE querrá garantizarse margen de acción también en áreas que no le corresponden, como en realidad ha tenido hasta ahora, amparándose en que alcaldesa hay una y es la responsable de llegar a donde otros no llegan o de enmendar lo que ve necesario. De hecho promovió proyectos de peatonalización con fondos europeos, de los que es responsable, y captó dinero para un plan de turismo, ambas áreas del BNG.

El BNG buscará garantizar gestión pública de servicios

La gestión pública de los servicios municipales es una máxima del BNG y, aunque ha renunciado a ella cuando ha considerado, no parece dispuesto a que la gestión privada entre en otras áreas, como el cementerio. Aunque esta es precisamente una de las que el PSOE ve lógico externalizar, como es tendencia general. Pero disponer de personal propio suficiente para prestar servicios supone aprobar y ejecutar ofertas de empleo y siguen existiendo límites a la contratación de personal en las administraciones públicas, por lo que los socios tendrán que consensuar qué áreas fortalecen.

La movilidad: de la bicicleta al taxi a las parroquias

La movilidad ha sido tema capital en los últimos años y causa de algunos de los mayores desencuentros entre los socios. El BNG acabó desmarcándose del carril bici como fórmula para fomentar esta movilidad, aunque en el pacto de hace cuatro años figuraba el compromiso de impulsarlo. Probablemente ahora vayan por un camino intermedio. Tienen claro, por ejemplo, que en este mandato hay que implantar un sistema de alquiler de bicis. Pero el BNG peleará también por dinero para llevar transporte público a demanda a las parroquias, con taxi.  

De acuerdo, o casi, en demandar más comunicaciones

La defensa de mejoras en las comunicaciones de la ciudad es una causa común y ambos partidos piden más inversiones de la Xunta y el Estado, aunque el BNG no comparte la necesidad de acabar la Ronda Este.

El BNG con el auditorio y el PSOE con San Fernando

El Bloque necesitará dinero para programar en el nuevo auditorio, aunque siempre le queda el apoyo de la Diputación, como los 325.000 euros que recibió para cultura vía convenio poco antes de las elecciones. El reto en cultura del PSOE es lograr fondos para rehabilitar el cuartel de San Fernando y hacer el museo de la romanización. La potenciación del casco histórico para que sea patrimonio de la Humanidad y la revisión de su plan de protección son objetivos comunes de ambos, que ya suscribieron en 2019. También la rehabilitación de los barrios, empezando por el de A Milagrosa, y la creación de una zona de baño pública en el río Miño.

Quedan libres dos sueldos de Cs

El reparto de salarios es una cuestión capital en cualquier negociación. El PP aumentó su representación, con dos concejales más, por lo que es posible que reclame más sueldos (ahora tiene dos de políticos y tres de asesores). Máximo cuando Cs, que desaparece de la corporación, deja libre dos, el que compartían sus dos ediles y el de su trabajador.

Equipos negociadores

PSOE y BNG aseguran que aún no tienen formados los equipos negociadores, que encabezarán, no hay duda, Méndez y Arroxo. El BNG quiso esperar a que su asamblea facultara a sus concejales. En 2019, el PSOE contó también con algún asesor y, sea por delante o por detrás, los respectivos jefes de gabinete volverán a tener un papel crucial.

El PSOE local quiere reforzar su papel en la Diputación

A la hora de organizar la corporación municipal para los próximos años, tanto en el gobierno como en la oposición, influirá, en unos casos más que en otros, la variable de la Diputación.

Existen pocas dudas de que una de los dos actas del BNG por el partido judicial de Lugo será para la actual vicepresidenta y concejala de cultura en la ciudad, Maite Ferreiro.

En el PSOE lo que tienen claro es que en el próximo mandato la ciudad debe tener un mayor peso en la gobierno provincial. Su representante fue en estos cuatro años la edil de Desenvolvemento Local y responsable local del partido, Ana González. Sin embargo, la sensación es que a Lugo no se le dio el papel que le correspondía y esta vez Méndez buscará corrigir esa circunstancia. Máximo cuando tras el 28-M ha salido fortalecida porque consiguió cerca de mil votos más y estos fueron clave para que el PSOE mantenga el gobierno provincial, ya que la formación perdió apoyo en muchos otros lugares del partido judicial de Lugo, además de en otros concellos de la provincia.

González es una de las personas de más confianza de Méndez aunque en su equipo aseguran que no hay nada decidido. En los últimos años ganó protagonismo también el edil Miguel Fernández, cuyo perfil podría favorecer un mayor entendimiento con José Tomé, que aspira a repetir como presidente.

Tras el 28-M en alguno sectores se inició un movimiento para tratar de promover un nombre alternativo, pero la convocatoria de elecciones generales ha venido a frenarlo.

En el PP el escenario parece mucho más abierto, entre otras razones por la necesidad de buscar equilibrios en el grupo municipal. En este mandato el representante fue Óscar Poy, que esta vez no estará en la corporación local.

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