NECROLÓGICA

En memoria de José Luis Ansedes Mourelos

Flores en un cementerio.PIXABAY
photo_camera Flores en un cementerio.PIXABAY

Para ti, que ya no estás: a mi paxariño gorrión. Hoy hace un año que nos has dejado; de improvisto, como suelen ser las peores cosas, demasiado pronto y de una manera muy injusta, dejando a tu familia rota por dentro, pero unidos. Te quedaba mucho por darnos y recibir. 

Salimos de un sitio prometiendo volver entrando agarrada a tu brazo, y el final fue salir agarrada a tu caja. Espero que me estés viendo y puedas sentirte orgulloso de mí, yo no podría estar más orgullosa de que seas mi padre. Espérame ahí, papá, como tú decías siempre, que tarde muchos años; pero te prometo que cuando ese momento llegue ya nunca más nos vamos a separar. 

Se cumple un año de tu partida y no podemos juntarnos para recordarte, pero estoy segura de que sigues vivo en los corazones de muchísima gente, una persona buena como tú que ha dejado huella por donde ha pasado. 

En mi corazón estás presente todos y cada uno de los días, papá; tu nieta es una cotorra, y muchas veces coge tu foto y te cuenta alguna historia, nunca se va a olvidar de ti porque yo me encargo de que te tenga muy presente. La vida sigue, pero un poco más triste desde que no nos abrazas, tú dabas vida a todo lo que se te ponía por delante; a los sueños, a los retos, a hacernos cada día un poco mejores aprendiendo de ti. 

Miro siempre hacia arriba y lo que veo no son estrellas brillando, es tu sonrisa. 

Eres eterno, papá, y mientras yo respire tú no morirás. 

Tu mujer, hijos y nieta no te olvidan.