Memoria del esfuerzo y de la cercanía en la entrega de las Medallas de Ouro

La batalla del covid fue dura, pero aquellos días han dejado en la memoria de quienes estuvieron en primera línea el orgullo de un trabajo bien hecho. Es lo que traslucían los mensajes de quienes pusieron este martes voz a los galardonados con la Medalla de Ouro.

Ana Isabel Hernández, supervisora de la unidad de Enfermedades Infecciosas del Hula, habló en nombre de los profesionales sanitarios y dio "gracias de corazón" por el respeto mostrado por los ciudadanos a su gran esfuerzo.

Los agradecimientos se sucedieron, pero hubo también voces reivindicando el ejemplo de los ciudadanos. Fue el caso de Javier García Amigo, jefe provincial de la Policía Autonómica, quien agradeció a los ciudadanos el comportamiento ejemplar que tuvieron. En la misma idea incidió el jefe de la comandancia de la Guardia Civil, Miguel González Arias, que destacó "el comportamiento ejemplar de los lucenses ante una situación compleja y desconocida". No dejo de reivindicar, a la vez, la vocación de "protección" de los agentes de la Benemérita.

Fue una idea en la que también incidió el responsable de la Policía Nacional, José María Esteban, que no dejó de recordar que, no obstante, los policías "lamentablemente tuvieron en ocasiones que sancionar", aunque su voluntad era de la "ayudar e informar".

Muchos de los representantes de los galardonados coincidieron en recordar a los fallecidos por el covid. Fue el caso, entre otros, de Jesús Piñeiro Santos, jefe de la Policía Local, que ofreció en nombre del cuerpo su "emocionado recuerdo a los que nos dejaron", a la vez que agradecía el reconocimiento al "esfuerzo, profesionalidad e implicación de los policías", que con su trabajo querían y lograron "salvar vidas", manifestó.

De esa vocación de servicio hablo también Fernando Brinquis, subdelegado de Defensa en Lugo, que dijo que para el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas es un "honor" compartir el premio con quienes prestaron servicios esenciales durante la grave crisis y garantizó que el Ejército seguirá contribuyendo "a preservar la seguridad y la libertad de todos".

Pero si sanitarios y representantes de las fuerzas de seguridad tuvieron una visibilidad especial durante lo peor de la crisis sanitaria, hubo otros colectivos que fueron esenciales para que todo siguiera funcionando. Es algo que no dejó de observar en el acto la regidora, Lara Méndez, y la voz de esos trabajadores esenciales la pusieron ayer personas como José Manuel Núñez Torre, del Clúster Alimentario de Galicia, que no dejaba de apuntar que la crisis sanitaria evidenció la relevancia del sector primario, de las empresas de transformación y del sector de la distribución, algo a tener en cuenta de cara al futuro, dijo.

A la importancia de sus respectivos sectores apelaron también Julio Rodríguez Lombardía, del colectivo de empresas de limpieza, o José Manuel Flores Castro, del de transporte, que siguió en la carretera en los días más duros, en condiciones muy difíciles, para asegurar suministros esenciales.

La alcaldesa no dejó de hacer mención a otros colectivos cuyo trabajo ayudó a hacer más fácil la vida durante la pandemia, incluidos los trabajadores de la seguridad privada.

Y en ese primer frente de batalla frente a la enfermedad y por la supervivencia estuvieron también colectivos estratégicos en la ayuda a los demás.

Así, el secretario del Colexio Oficial de Traballo Social de Galicia, Antonio Doval Canabal, reivindicó la importancia de la atención a los colectivos más vulnerables y la importancia de dar servicio públicos de calidad, ya que la pandemia evidenció el valor de los servicios básicos, recordó.

De la importancia de la cercanía habló igualmente Enrique Fernández Fraga, director de la agrupación de Protección Civil de Lugo, que recordó que los voluntarios de ese servicio llevan veintiún años contribuyendo a mejorar la vida de los lucenses y dijo que durante la pandemia se volcaron en dar apoyo logístico a las operaciones más importantes y, a la vez, trabajaron en servicios tan importantes como entregar medicamentos a domicilio a ciudadanos que necesitaban ayuda.

De la vocación de servicio habló asimismo el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lugo, Alejandro Sánchez Pérez Mel, que reivindicó la labor realizada por todos los profesionales, desde los encargados de la farmacia del hospital a los que trabajaron en Primaria o a los que estuvieron al pie del cañón en las oficinas de farmacia, muchas veces haciendo llegar también a domicilio los medicamentos que precisaban los enfermos, recordó.

Todos, se dijo en el homenaje, estuvieron a la altura del "desafío", algo que probaron igualmente los funcionarios locales, según reivindicó Manuel Vázquez, el interventor, y la alcaldesa, Lara Méndez, que recordó el esfuerzo del personal municipal por mantener servicios esenciales y poner en marcha ayudas para los sectores económicos más afectados por la crisis sanitaria.