Melenas con segunda vida

La Asociación Española contra el Cáncer recibe donaciones de pelo para hacer las pelucas y postizos que utilizan las enfermas

LUGO. Alba Rivera recortó el jueves 28 centímetros su melena, pero su pelo no acabó en la basura . Esta joven lucense conservó los mechones y los entregó en la Asociación Española contra el Cáncer, que podrá utilizarlos para la fabricación de una peluca que usará después alguna enferma de cáncer que haya perdido el cabello por los tratamientos contra la enfermedad.

La asociación tiene en Lugo un banco de pelucas muy amplio, a disposición de las enfermas. Y el pelo menos largo se usa para postizos

El pelo de Alba Rivera servirá para nutrir el banco de pelucas de la Asociación Española contra el Cáncer en Lugo. Se trata de un servicio con una amplia oferta, según detallaba ayer Rosa Zás, psicóloga de la asociación lucense.

En ese banco hay pelucas de la propia asociación y otras que les han llegado en régimen de préstamo. Todas están en perfectas condiciones y a disposición de las enfermas que las necesitan.

Las usuarias son siempre mujeres, dice Zas, ya que los hombres no suelen recurrir a las pelucas cuando pierden el pelo por la enfermedad.

El pelo que llega a la asociación, donado por gente que decide entregarlo cuando se hace un corte, va en muchos casos a un banco nacional de la Asociación contra el Cáncer, para hacer las pelucas.

A ese banco va el mejor pelo, el que tiene calidad y un largo suficiente y, además, no ha sufrido por los tintes. Pero también a los mechones de otros cortes se les da utilidad, según explicaba ayer Zas, ya que también se hacen postizos en forma, por ejemplo, de flequillo para pacientes que simplemente llevan un pañuelo o un sombrero y eligen esos postizos como una solución que les resulta más cómoda.

Hay muchas donaciones de pelo, confirmaba el jueves Zas. Sin embargo, Alba Rivera confesaba que muchas jóvenes de su generación ignoran esa posibilidad, pese a que es una forma fácil de ayudar.

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