Tras una intensa etapa de peatonalizaciones, carriles bici y cambios en el tráfico de la ciudad, los conductores lucenses han sabido amoldarse en su mayor parte y acompasarse con bastante eficacia para que el tráfico no solo no haya empeorado, sino que ha experimentado leves mejorías que permiten hablar de una fluidez aceptable. Sin embargo, cualquier acción parece atascarse en Ronda das Fontiñas, un problema vial que se ha cronificado, y esa vía sigue registrando retenciones a diario, sobre todo a determinadas horas.
Cualquier momento del día es desaconsejable para conducir por Fontiñas si se puede evitar. No obstante, según tienen identificado los expertos del Concello, cruzar esa calle es una auténtica tortura para el conductor entre las 13.30 y las 14.00 y entre las 19.30 y las 20.00 horas. Coinciden con la salida de los trabajadores de las empresas de O Ceao, que viven al otro lado de la ciudad, que no tienen mejores alternativas.
Lo peor es que no solo es conocido el problema desde viejo —"Fontiñas es una calle que se diseñó mal", es la opinión compartida—, sino que nadie se atreve a aventurar una solución a corto o medio plazo porque esta pasa indefectiblemente por eliminar aparcamientos en una zona en la que no hay mucho espacio. Se trataría de quitar, al menos, un carril de estacionamientos hacia la avenida de Madrid desde el inicio hasta por lo menos el cruce con el Carril do Xuízo, de tal manera que quedasen en ese tramo dos carriles de circulación. En el otro sentido no se producen apenas retenciones.
Para aplicar esta medida, sería necesario encontrar algún terreno en la zona para construir un aparcamiento. De hecho ya existen propuestas políticas en ese sentido, si bien los distintos gobiernos locales no han sido capaces de materializarlas.

El actual responsable de tráfico en el Concello, Rubén Arroxo, tampoco contempla una acción definitiva a corto plazo. Habla, en su lugar, de pequeñas actuaciones que pudieran ir paliando la situación. Un ejemplo es la rotonda de San Eufrasio, una de las actuaciones más alabadas por los conductores tanto por la fluidez que proporciona como por la inseguridad que evita. No obstante, su efecto sobre el tráfico de Fontiñas no es excesivo.
"Unha actuación menor pero que vimos que proporcionaba maior fluidez", comenta el teniente de alcaldesa, "é o corte do xiro en Carril dos Indios". Antes, cuando varios vehículos coincidían realizando un cambio de sentido, se paralizaba la circulación. Esta posibilidad no solo se ha eliminado sino que "será permanente, incluso se fará obra civil no cruce".
Otra posibilidad de actuación analizada por Arroxo aprovecha San Eufrasio y la carretera del Rato. Consistiría en actuar sobre una de las estrechas vías ya asfaltadas para ampliarla y dotarla de dos carriles, que, unidos a San Eufrasio y el paseo del Rato, puedan hacer de bypass. Cree que esta obra podría ahorrar entre un 20 y un 30 por ciento de volumen de tráfico a Fontiñas.
Mucho más lejana aún en el horizonte aparece otra actuación, la que podría unir, por la parte de arriba de Fontiñas, las calles Primavera, Vilaverde Cidade de Portugal y Peña Anda, para crear una vía paralela a la actual avenida.

Autogestión
En definitiva, todo apunta a que el gran problema del tráfico en Lugo no tendrá solución a corto plazo, por lo que la única alternativa es que los conductores se organicen sus desplazamientos evitando esa calle, sobre todo a determinadas horas.
Es, por otro lado, lo que ya han hecho en otras vías de la ciudad, amoldándose con más rapidez y menos problemas de los previsibles a los cambios. Es el caso, por ejemplo, de la Ronda da Muralla, cortada en algunos tramos y con radares que saltan a más de 30 por hora. Desde que se comenzó a actuar en ella los expertos de tráfico han contabilizado unos 4.000 vehículos menos por día.
Por lo demás, también continúan siendo un problema los atascos que se producen a las hora de entrada y salida en los colegios, sobre todo en el entorno de los centros escolares de la Avenida de Ramón Ferreiro.
La regulación de algunos semáforos causa molestias
En una ciudad de tráfico por lo general bastante llevadero en la que los trayectos en coche no suelen llevar mucho tiempo, la mayor parte de las protestas de los conductores están relacionadas con la regulación de algunos semáforos, sobre todo en cruces complicados.
Es el caso de los que regulan el paso en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad, el cruce entre la calle Santiago, República Argentina y Ronda do Carme. Algunos de los semáforos, se quejan conductores, obligan a esperar hasta dos minutos para después abrirse apenas un suspiro, de manera que da tiempo a pasar a muy pocos vehículos de los que están a la espera.
Avenida da Coruña
Una situación similar se están encontrando los responsables del tráfico en dos confluencias con Avenida da Coruña. Se trata de las de la Rúa Mallorca y la de su paralela, Curros Enríquez. La regulación de los semáforos provoca que se formen colas notables en algunos momentos.
Caso aparte son los atascos en la zona de los institutos de Ramón Ferreiro. Algo que solo se soluciona con multas.