El 10 de octubre de 1971 se estrenó una celebración de las tradiciones lucenses que este domingo se ha consolidado y que forma parte ya de las rutinas de cada Domingo das Mozas. Aquel día se celebró por primera vez el Día del Traje Regional, tuvo lugar un festival de música tradicional y se inauguró el busto de Rosalía en el Parque, con un acto que dio lugar a que en el futuro se siguiera organizando una ofrenda anual a la poetisa.
Manuel Mallo había sido el escultor responsable de tallar el busto de Rosalía. Lo hizo por encargo del Ayuntamiento y el resultado recibió elogios por la calidad artística, pero desde el primer momento se cuestionó si el tamaño del tributo hacía justicia a la figura de Rosalía, dada la significación alcanzada por la escritora. "Rosalía es Galicia y parece que nuestro pueblo merece algo mejor", decía El Progreso. Pero han pasado 50 años y la talla se mantiene.
La fiesta de inauguración del busto dio pie a instaurar el Día del Traje Regional, una idea que fue elogiada en toda Galicia, contaba aquel día El Progreso, e igualmente se impulsaron los conciertos de grupos tradicionales.
Para aquella jornada especial se citó a diez grupos regionales y el coro Cántigas da Terra, agrupación coruñesa que traía una corona de laurel para ofrendar a Rosalía.
La Sección Femenina estuvo tras las gestiones que permitieron poner en marcha aquel movimiento folclorista y se rogaba "a todas las personas que dispongan del traje de nuestra región, tengan a orgullo vestirlo durante este día".
El punto de partida entonces de las celebraciones de los grupos folclóricos fue el palacio de San Marcos y desde allí fueron desfilando por la ciudad, se detuvieron ante la casa consistorial para una breve actuación de cada grupo y siguieron hasta el Parque, para asistir al descubrimiento del busto y a otra de las novedades de la jornada: una misa en gallego que oficiaba el padre José Mourente, canónigo de la colegiata de A Coruña y figura muy respetada de la época. La misa no llegó a convertirse en tradición.
Aquella jornada de exaltación del folclore y el traje tradicional se prolongó durante buena parte de la jornada y por la tarde se celebró en la Praza de Santa María una actuación de todos los grupos de danzas de la Sección Femenina en Galicia.
La cita tuvo un eco excepcional y El Progreso informaba de que miles de personas habían visitado Lugo aquella jornada y reseñaba que solo de la capital herculina habían llegado 324 ómnibus, además de "centenares de coches ligeros" para disfrutar de un día "de espíritu gallego desbordado por calles y plazas...".
El día fue entonces excepcional hasta en el tiempo, aunque la mañana amaneció con niebla y eso hizo que muchos visitantes tardaran horas en llegar. Con todo, aquella jornada en Lugo ya hubo quien empezó a comer el pulpo a las diez de la mañana. En una de las casetas típicas del pulpo, la de Julio, contaban que habían despachado más de mil litros de vino. Vamos, que fue un Domingo das Mosas al estilo de los de este domingo.
Aquellas tradiciones que se empezaron a exaltar en el San Froilán de hace 50 años se mantienen en la actualidad e incluso se han ido ampliando desde hace algunos años. Una muestra de ello son citas como San Froilán Tecedeiro, que arrancó este sábado y sigue este domingo en el Parque y promueve el redescubrimiento de la artesanía del mimbre, o Cultura no Camiño, que promueve distintas demostraciones de artesanía y divulga también el traje típico gallego.
Se sigue celebrando también un festival de cultura tradicional. En esta edición se llevó al entorno del Auditorio y citó este sábado a dos agrupaciones: Cántigas e Frores y A Ponte Vella, de Reis-Teo.
