Unas medidas que generan cautela

Las asesorías y gestorías no dan abasto para cubrir el aluvión de clientes. Las ayudas propuestas por el Ejecutivo para empujar a empresas y autónomos siembran dudas y nerviosismo
Oficina de empleo en Lugo.AEP
photo_camera Oficina de empleo en Lugo.AEP

Las medidas anunciadas por el Gobierno para paliar la situación de la economía después que de que la pandemia hiciese temblar los cimientos de multitud de empresas, desde multinacionales a pymes, obligadas a hacer un Erte, ha vuelto de vital importancia el trabajo y la estrategia a seguir por gestorías y aserorías laborales.

Los profesionales de esta rama no cesan de recibir llamadas de clientes angustiados por el cierre obligatorio de su lugares de trabajo a la espera de que la curva de crecimiento de las personas infectadas por el Covid-19 se detenga y sufra una bajada significativa.

La preocupación de asesores y clientes se centra sobre todo en el periodo de tiempo que transcurre entre el inicio del estado de alarma y la vuelta a los puestos de trabajo y las condiciones en las que lo harán tanto asalariados como dueños de empresas y autónomos, el eslabón más débil de la cadena en estas circunstancias de emergencia sanitaria que sacude los mercados de todo el mundo.

→ Aumento de trabajo


La incertidumbre se apoderó de todo el tejido empresarial. Las pymes y los autónomos son dos de los eslabones de la cadena que solicitaron ayudas.

Mónica Álvarez Flores es una de la socias de la Asesoría Álvarez Real que durante las dos últimas semanas se vio en la obligación de reestructurar a buena parte de sus departamentos y centrarlos en la sección de asesoría laboral dado el aluvión de peticiones de sus clientes sobre los trámites necesarios para acogerse al nuevo paquete de medidas anunciado por la Administración.

"La carga de trabajo es brutal. Tuvimos que reorganizar los departamentos, y otras secciones, como la que se encarga de todos los trámites administrativos, la hemos desviado al departamento laboral para que se repartan el trabajo", asegura Álvarez.

La mayoría de las preguntas de su cartera de clientes durante la primera semana tras el decreto de estado de alarma lo protagonizaban los trámites necesarios para realizar un Erte. "En la oficina de Lugo recurrieron a expedientes de regulación temporal de empleo el veinticinco por ciento los clientes que acudieron a nosotros, , pero llegaremos al treinta por ciento de porcentaje", matiza.

El Gobierno acepta la práctica mayoría de los Ertes presentados y "si transcurridos cinco días desde la presentación no hay respuesta, el silencio administrativo es positivo, aunque el Gobierno los revisará todos para evitar el fraude fiscal", manifiesta.

Mónica Álvarez está segura que las empresas saldrán reforzadas de cara a futuros envites profesionales. Siempre hay que buscar el lado positivo. Es una tragedia ver como mueren todas esas personas pero la actitud de las empresas va a cambiar, así como los métodos de trabajo. Nosotros por ejemplo teletrabajamos la mayoría desdecasa y por medio de videoconferencia y el resultado es muy bueno con las diez sucursales que tenemos", concluye.

→ Pymes y autónomos


Iván Flores, de la Gestoría Flores Vázquez, tiene sobre su mesa innumerable documentación que deberá tramitar en los próximos días para que sus clientes palíen el sofoco económico que ha supuesto echar el cierre indefinido.

"En este momento, la gente tiene miedo por sus negocios y nosotros tenemos dudas, porque nadie sabe hasta cuando va a durar esta situación y la propuesta del Gobierno cambia cada día", asegura este profesional en asesoramiento laboral y fiscal.

La crisis sanitaria echó por tierra los avances que se habían producido en la economía durante los últimos dos años. Entre 2018 y 2019, los expertos se mostraban optimistas de cara al futuro, aunque el crecimiento empresarial e industrial no se diera en un porcentaje tan alto como en años anteriores, según explica Flores.

"Podría darse un repunte en la economía, como anunciaban los analistas financieros pero ahora todo es una incógnita. A los empresarios que les iba bien, en el sector hostelero sobre todo, ahora les llegó un mazazo gordo con el cierre de sus negocios. Y nosotros también dependemos del trabajo de nuestros clientes", dice.

→ Plazos


El trabajo tampoco falta en las Oficinas Administrativas Sagal, según reconoce Brais Jato. "Nuestro departamento laboral aumentó la carga de trabajo un doscientos por cien y el fiscal un cien por cien, porque en esta materia los plazos siguen igual" asegura Jato.

Con los concesionarios cerrados y la práctica totalidad del parque móvil en el garaje, los trámites "en este departamento están totalmente parados, hasta que se retome la situación anterior a la crisis sanitaria" concluye.

Hay que afrontar los pagos

La incertidumbre se cierne sobre miles de empresarios y autónomos "que deben afrontar el pago de las nóminas de este mes y en muchas casos todavía no saben si van a conseguir la liquidez" necesaria para conseguirlo. Mónica Álvarez ve cómo los profesionales a su cargo buscan la mejor alternativa para que sus clientes puedan hacer frente a dichos pagos. "La mayoría de nuestros clientes son autónomos. Reforzamos los equipos de trabajo durante los últimos dos días para dar salida a todo este asunto", comenta.
Aplazamientos
El Gobierno informó a los autónomos y empresas de una serie de medidas cautelares. Una de ellas es el aplazamiento en el pago de las deudas tributarias correspondientes a todas aquellas declaraciones, liquidaciones y autoliquidaciones cuyo plazo de presentación e ingreso finalice entre el 13 de marzo y el 30 de mayo de 2020, ambos inclusive. La duración del aplazamiento es de seis meses, dentro de los cuales no se devengarán intereses de demora durante los primeros tres meses del aplazamiento.

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