Los médicos de Primaria atendieron en la pandemia unas 325.000 consultas más

Las telefónicas aumentaron mucho más de lo que se redujeron las presenciales por lo que la actividad, en conjunto, creció. La inclusión de la presencialidad en los acuerdos de gestión ha indignado a una gran mayoría de facultativos
Realización de test antígenos en el centro de salud de Sarria. AEP
photo_camera Realización de test de antígenos en el centro de salud de Sarria. AEP

Los médicos de Primaria del área sanitaria de Lugo hicieron durante la pandemia unas 325.000 consultas más que el año anterior. Las telefónicas sufrieron un incremento espectacular, subiendo en 925.000, pero eso no se tradujo en un descenso idéntico de las presenciales. Es decir, no se sustituyó por completo la actividad presencial por la no presencial, sino solo una parte. Las consultas en persona bajaron en en la provincia de Lugo 600.000 con respecto al previo ejercicio según destacó el director asistencial de procesos sin ingreso del área sanitaria, Rafael Sánchez.

En total, los facultativos que trabajan en los centros de salud de la provincia, tanto médicos de Familia como pediatras, hicieron unos dos millones de consultas a lo largo del año en el que irrumpió la pandemia del covid-19.

La inclusión de la presencialidad en los acuerdos de gestión –el documento en el que se fijan una serie de incentivos con los que el Sergas quiere promover determinadas acciones, como una mayor prescripción de fármacos genéricos– ha disgustado a la inmensa mayoría de médicos de Atención Primaria, que creen que ofrece una imagen injusta y absolutamente errónea de su labor. Consideran que vincular un plus económico al hecho de ver pacientes en persona, parte intrínseca al trabajo de un médico de Familia, contribuye a que muchos pacientes crean que se han negado a consultarlos en persona a no ser que se les pagase un sobresueldo.

"Lo primero que hay que recordar es que quien promovió las consultas telefónicas fue la Administración. Los médicos nunca hemos dejado de hacer consultas presenciales y, en los primeros momentos de la pandemia, las hicimos con medios muy precarios", recuerda Lorenzo Armenteros, médico de Familia de Illas Canarias y tesorero de la Sociedad Española de Médicos Generales.

La sensación de Armenteros de que no se ha transmitido nada bien la labor que ha realizado Primaria la comparten muchos pero pocos consienten que se les identifique. "Es una absoluta falta de respeto que, en un año como este, en el que lo hemos pasado tan mal, que hemos trabajado como nunca permitan que los pacientes se lleven la imagen de que estamos encerrados en los centros y que no queremos verlos, que solo lo haremos si nos pagan más", dice uno de los médicos consultados por este diario.

Muchos pacientes se quejan, precisamente, de las dificultades de acceso, de que pueden tener consultas telefónicas pero que su centro de salud parece un fortín. Si bien entendían que debía filtrarse telefónicamente al principio de la pandemia, la comprensión se diluye ahora que los profesionales están vacunados, parte de la población también y las consultas hospitalarias ya cuentan con mayor grado de presencialidad.

"Siempre puede haber alguna excepción, pero son eso, excepciones. La inmensa mayoría de médicos de Primaria nunca han dejado de hacer consultas presenciales y, de hecho, en aproximadamente la mitad de los centros de salud de la provincia, en los de menor tamaño, las agendas nunca se cambiaron", asegura Rafael Sánchez. En otros, sin embargo, se primó la consulta telefónica y ahora se primará la presencial en un porcentaje de un 60% frente al 40% de telefónicas.

Las agendas por tanto ya se han modificado –en algunos centros de salud ese cambio empieza este mismo lunes– y se han dejado ya la mayoría de huecos para consultas presenciales.

El filtro, la decisión de si se debe ver en persona al médico o no, regresa así al paciente, algo que tampoco gusta a una parte de médicos de Primaria.

Para ellos lo ideal es que un sanitario sea quien cribe qué pacientes precisan una consulta presencial y cuáles una telefónica. Para otros, sin embargo, se debe primar la presencialidad y es el paciente el que tiene que decidir algo así. "Primaria siempre ha sido la puerta de entrada, el centro de salud debe ser abierto", cree otro de los facultativos consultados.

Cita aún solo telefónica
Si un paciente pide cita con su médico de Familia por vía online solo podrá acceder a la consulta telefónica, aunque si el facultativo estima que lo tiene que ver en persona lo convocará él mismo.

Sin embargo, si se pide por teléfono o en persona sí se podrá solicitar una presencial aunque, con seguridad, el personal administrativo se interesará por la razón de la consulta haciendo un mínimo cribado. Si es solo para recetas o un parte de baja se ofrecerá una telefónica, por ejemplo.

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