"Me pedían dinero", dice una niña que fue secuestrada para robar a su madre

Contó que la ataron, la taparon con una sábana y amenazaron con atacarla con un cuchillo. El asalto a la casa se planeó, según el fiscal, para conseguir el dinero del traspaso de un bar
El asalto fue en un piso de la Avenida da Coruña.
photo_camera El asalto fue en un piso de la Avenida da Coruña.

Dos miembros de una banda acusada de cometer un robo en un piso de Lugo y de secuestrar a las hijas de la propietaria -de diez y tres años de edad- fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial. Los dos imputados, María Lucelly Otalvaro y Antonio Manuel dos Santos, afirmaron que no se conocían y negaron cualquier implicación en el asalto.

Los otros tres acusados no acudieron a la vista. Dos de ellos, de origen sudamericano, ya fueron expulsados de España, mientras que el tercero, John Lenor Erazo -exmarido de la acusada- está en paradero desconocido.

La banda actuó sin ningún tipo de consideración, tal y como quedó patente en el juicio con el testimonio de la niña mayor, que actualmente tiene 15 años. «Entraron en el piso y un chico me agarró la cabeza y me la bajó. Me sentó en la taza del váter y me empezó a preguntar por el dinero, pero yo no sabía de qué dinero me estaba hablando. Después empezó a romper nuestros peluches, pero no encontró nada», dijo.

Violencia

La menor explicó que dos de los asaltantes, que actuaron con la cabeza descubierta, la llevaron hasta la habitación de su madre, donde estaba su hermana pequeña. «Allí me sentaron en la cama, me quitaron las gafas y me hicieron daño. Después me ataron las manos y los pies con un cinturón y me taparon la cabeza con una sábana», contó.

Según dijo, a su hermana pequeña también le taparon la cara, pero no la inmovilizaron. De hecho, fue ella quien la liberó en cuanto los ladrones abandonaron la vivienda. «Estuvieron unos quince minutos o media hora. Después timbró la chica de Vodafone y se fueron porque pensarían que era mi madre», dijo.

La víctima dijo que había un tercer asaltante que «se escondió» en la cocina. «De repente, uno de los otros le dijo: Cabezón, trae el cuchillo, que no quiere hablar. Yo no llegué a verle». Según reconoció, en ningún momento escuchó la voz de una mujer ni la de Antonio Manuel dos Santos, al que conocía porque ayudaba a su madre en el bar que regentaba.

El fiscal, sin embargo, cree probado que estos dos acusados participaron en el robo. Sostiene que los cinco imputados se pusieron de acuerdo y planearon cometer el robo, ya que se habían enterado de que su propietaria iba a realizar el traspaso de un bar, por el que iba a cobrar una importante cantidad de dinero. Igualmente, la persona que les pasó la información les dijo que la mujer guardaba en la vivienda joyas de valor.

El 12 de julio de 2010 -tras planear el golpe y distribuir los papeles que iba a desempeñar cada uno- los acusados se trasladaron desde Madrid hasta Lugo a bordo de un turismo, un Mazda 3 propiedad de la acusada. Una vez en la capital, realizaron labores de vigilancia durante un par de días para controlar los movimientos de su víctima. Finalmente, sobre la una del mediodía del día 15, la banda acudió a la vivienda y llamó al timbre varias veces, pero nadie abrió, así que golpearon fuertemente la puerta a hasta derribarla. Una vez dentro, los acusados se encontraron con las dos hijas de la dueña. El fiscal mantiene que fue Juan Carlos Franco -que ya está expulsado del país- fue la persona que amenazó y cubrió con sábanas a las menores.

Los acusados se apoderaron supuestamente de 25 anillos, 16 pulseras, un reloj, varias cadenas, colgantes, una medalla, 25 pares de pendientes, un colgante de Hello Kitty y hasta un diente de una de las niñas. Además, se llevaron 3.000 euros en metálico.

Detención

Tras cometer el robo, la banda abandonó Lugo a bordo de dos turismos, pero ninguno de ellos llegó a su destino, ya que ambos fueron interceptados por la Policía Nacional. Uno de ellos fue localizado en un peaje de la autopista A-6 a su paso por Madrid, mientras que al otro le dieron el alto en el área de servicio de Villacastín. Detuvieron a los cinco acusados y recuperaron las joyas, el diente y parte del dinero.

Según explicó ayer un inspector de Policía de Madrid, las fuerzas de seguridad estaban realizando un seguimiento a tres de los acusados -María Lucelly Otalvaro, Juan Carlos Franco y John Lenor Erazo- al creer que formaban parte de una banda compuesta por células itinerantes que actuaban por todo el país. «A raíz de esta investigación tuvimos conocimiento de que la banda iba a desplazarse a Lugo para cometer un robo en un domicilio de la Avenida da Coruña. Se lo comunicamos a la comisaría lucense y ellos montaron un servicio y observaron que estas tres personas se reunían con Antonio Manuel Dos Santos y Juan Carlos Cerón. Los cinco se reunieron en un domicilio de la calle San Isidro y el día antes del robo entraron y salieron varias veces del portal de la vivienda donde se cometió el asalto», dijo.

Durante el juicio, el fiscal pidió que se escucharan varias grabaciones en las que la acusada hablaba con otros miembros de la trama sobre el traspaso del bar, pero la mujer dijo que esa no era su voz.

La acusada aseguró que estuvo en Lugo un día, en compañía de su exesposo, justo el día en el que la Selección Española se proclamó campeona del mundo en el Mundial de Sudáfrica, por lo que estuvo por la ciudad disfrutando «de la fiesta». Posteriormente, según su testimonio, se fueron de la ciudad, porque estaban de vacaciones y querían conocer A Coruña y Pontevedra. En el transcurso de la vista oral, la dueña del piso prestó declaración a través de videoconferencia, ya que actualmente se encuentra en prisión cumpliendo una condena por robo. Según dijo, conoció a la acusada por casualidad en el centro penitenciario.»Le contó a mi compañera que estaba pendiente de un juicio por un robo en Lugo y resultó ser lo de mis niñas. Hablamos en el patio y me dijo que estuvo en el robo pero que no participó. El ministerio fiscal solicita para los dos acusados sendas penas de trece años y medio de cárcel.

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