El duelo entre vehículos electrificados y de combustión se decantó el mes pasado a favor de los primeros. Los concesionarios matricularon en la provincia de Lugo 92 turismos y todoterrenos híbridos, eléctricos y de gas, lo que supuso casi el doble que en el mismo mes de 2021, frente a 80 de gasolina y diésel, menos de la mitad que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Así se desprende de los datos facilitados conjuntamente por la patronal de fabricantes Anfac, la de vendedores Ganvam y la de concesionarios Faconauto.
Uno de los argumentos que ofrecen los distribuidores para explicar ese cambio de tendencia es que casi todos los motores de gasolina de todas las marcas automovilísticas, incluso alguno diésel, cuentan con algún tipo de microhibridación, por lo que estos vehículos ya los incluyen en las estadísticas en el segmento de electrificados.
Esos microhíbridos tienen baterías adicionales de iones de litio de 24 o 48 voltios, que se emplean para funciones como climatización, arranque, parada o cuesta abajo, lo que le permite al vehículo reducir su consumo en "un 10 o 12%", según pone de manifiesto el gerente del grupo L-Motor, Genaro Saavedra.
Rubén Gil: "Es un hecho puntual. El mercado está distorsionado estos momentos"
"Ya se vende más gasolina con microhibridación que sin ella. Les interesa a las marcas automovilísticas porque así cumplen los requisitos para obtener las etiquetas eco de la DGT", afirma este empresario lucenses.
Genaro Saavedra precisa que va "más despacio" la venta de híbridos enchufables, que tienen una autonomía eléctrica para recorrer unos 50 o 60 kilómetros, y de eléctricos porque por ahora son vehículos que a los usuarios les resultan "más caros".
Genaro Saavedra: "Casi todos los motores de gasolina llevan microhibridación, por lo que se incluyen en el segmento de electrificados"
Su homólogo del grupo Ditram, Rubén Gil, considera que "no hacen regla" esas estadísticas de enero en la provincia de Lugo, que reflejan que se matricularon 12 vehículos electrificados más que de combustión.
"Es un hecho puntual. El mercado está distorsionado en estos momentos por la falta de vehículos nuevos», afirmaba este lunes Rubén Gil, que de todas formas no descarta que esa pueda ser la tendencia "en los próximos meses o años".
La evolución registrada en enero en los concesionarios lucenses también se repitió en los de A Coruña, en donde se inscribieron un centenar más de electrificados que de combustión.
Sin embargo, en las otras dos provincias gallegas el comportamiento fue el de los últimos años. En Ourense casi se matricularon el doble de vehículos de combustión (101) que de electrificados (55) y en Pontevedra 239 frente a 175, respectivamente.
Esa tendencia a la baja de la provincia de Lugo es menos mala que las de Ourense y Pontevedra, que sufrieron una caída del 23,15% y 21,44%, respectivamente.
La única provincia gallega que tuvo un comportamiento positivo fue la de A Coruña, cuyos concesionarios matricularon el mes pasado 131 turismos y todoterrenos más que en enero de 2020, lo que supuso un crecimiento del 21,06%.
La automoción sigue condicionada por la crisis de los semiconductores, lo que genera un clima de incertidumbre. Si Genaro Saavedra señalaba que los concesionarios le están entregando a sus clientes vehículos "entre tres y cinco meses" de media después de que los encargasen, Rubén Gil aseguraba que se están produciendo demoras de «hasta nueve meses".
"Hay poca producción, poco estocaje y una cartera importante de pedidos pendientes de entregar, por lo que se resienten las ventas», resume el gerente del grupo L-Motor.
Genaro Saavedra advierte que la automoción no se está recuperando de las consecuencias de la pandemia como sí lo están haciendo otros sectores, pese a que considera que los datos macroeconómicos son positivos.
El gerente del grupo Ditram comenta que se prevé que en el segundo semestre de este año "se regularizará" el sector al zanjarse la crisis de los microchips. Pero augura que hasta entonces "la situación será complicada".
