Quejas, preocupación, incertidumbre y mucha indignación es lo que manifiestan los lucenses en la calle sobre el paquete de medidas aprobado por el Gobierno para incrementar el ahorro energético.
Muchos ciudadanos están preocupados por cómo se pueden afrontar las olas de calor o de frío con estas limitaciones de temperatura en los espacios y transportes públicos. Otros, van más allá y temen que las nuevas limitaciones solo sean el inicio de una serie de medidas más extremas de ahorro, como consecuencia de la crisis energética. "Lo que me preocupa es que están imponiendo estas medidas para que nos adaptemos a lo que está por llegar", comentaba la lucense María Engroba.
Marifé López explicaba que "no es agradable que se impongan medidas como estas, pero tampoco me parece tan mal viendo cómo está el planeta".
Otras preocupaciones van más encaminadas por el cuidado de los más vulnerables. "En realidad me preocupa más la situación de mis abuelos. En verano les cuesta más salir a la calle y que se limite tanto el uso del aire acondicionado puede provocar que incluso la gente vulnerable sufra golpes de calor", comenta Iván Fernández.
No obstante, en general los lucenses están más dispuestos a pasar frío que calor: "Me parece una medida horrible, sobre todo, con la limitación del aire acondicionado. En invierno te puedes poner capas y, al menos, se podría soportar mejor", comentaba indignada Lorena Fernández.
