Guillermo Cánovas: "Los niños y adolescentes son invitados digitales, ellos no han creado nada"

Es autor de estudios y libros sobre la relación de los menores y las nuevas tecnologías y dirige Educalike, que promueve el uso saludable de estos recursos, para todos los segmentos, no sólo para los jóvenes. Está estos días en Lugo para ofrecer varias conferencias organizadas por el IES Xoán Montes

Guillermo Cánovas. SEBAS SENANDE
photo_camera Guillermo Cánovas. SEBAS SENANDE

GUILLERMO CÁNOVAS fue director del Centro de Seguridad en Internet para España, que se puso en marcha dentro del programa de la Comisión Europea Safer Internet. Además, ha escrito varios libros, el último Cariño, he conectado a los niños.

Se multiplican las charlas sobre niños y jóvenes y nuevas tecnologías. ¿Estamos los padres desnortados y superados?

Tal vez desnortados, sí. Superados están los que se dan por vencidos. Si niños muy pequeños tienen la capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y de aprender a manejar dispositivos que son muy intuitivos, nosotros también. Es una cuestión de implicación. No nos hemos criado con móviles o tablets en el bolsillo, pero tenemos la misma capacidad o más que estos niños para manejarlos.

Sin embargo, está muy extendida la creencia de que las nuevas generaciones son nativos digitales y nos van a llevar la delantera toda la vida...

Lo que es verdad es que ellos van a iniciarse antes en el uso de cada herramienta y van a ir marcando la pauta, pero nosotros podemos hacerlo de la misma manera, lo que pasa es que tenemos que ir viendo qué herramientas son las que van adoptando ellos. Si vemos que se pone de moda una red social determinada, como pasa ahora con Instagram, los padres tienen que entrar en esa red social y aprender cómo funciona, qué riesgos hay y qué aporta. Me cuesta asumir el concepto de nativos digitales porque da la sensación de que la tecnología la han creado ellos y en realidad la hemos creado los adultos. Los niños y adolescentes son invitados digitales, ellos no han creado nada. Es más, solo hacen un uso circunstancial, muchas veces circunscrito al ocio y tienen poco conocimiento de estas herramientas para trabajar, por eso es importante que se integren en los colegios también.

En la actualidad, un menor que no tiene acceso a internet solo tiene acceso al 1% de la información

Se ven posturas muy distintas, desde los que deciden prohibir casi cualquier contacto a padres que se dan por vencidos y no controlan el uso... ¿qué es lo más sensato?

Para mí, lo más sensato es adoptar la postura que manda la realidad, y la realidad en estos momentos es que la inmensa mayoría de niños y adolescentes utilizan las nuevas tecnologías, las quieren utilizar, porque nadie se lo ha impuesto, y las van a utilizar cada día más a lo largo de su vida. Son herramientas fundamentales en el trabajo, las relaciones, la comunicación y en muchos otros ámbitos. No existe la posibilidad de impedir el acceso a la tecnología, se puede conseguir durante un tiempo, pero no es ese el objetivo. Pensemos que ahora mismo, el 99% de la información se encuentra en formato digital, es decir, un menor que no tiene acceso a internet solo puede acceder al 1% de la información. No nos planteamos eso. El problema no es que accedan a la tecnología, el problema es que pongamos la tecnología en sus manos sin darles ninguna pauta, sin educarles y sin acompañarles en los primeros años de uso.

Dirige Educalike, el Observatorio para la Promoción del Uso Saludable de la Tecnología, que no solo tiene acciones enfocadas a los jóvenes, sino a todos los segmentos. ¿Por qué?

Porque vemos que hay mucha demanda de otros entornos, sobre todo el entorno de la salud. Nosotros trabajamos un concepto que es el de la salud digital porque observamos que tiene mucha repercusión también el tema postural, es decir, desde cómo sujetan el móvil o el manejo de otras herramientas hasta cómo impacta en el desarrollo del niño, pasando por todos los problemas que nos comentan los pediatras, como casos que les llegan de niños con ansiedad por el uso abusivo de una herramienta o por una situación de ciberacoso, por ejemplo. Es decir, que tiene un componente relativo a la salud.

Se habla mucho de la relación de jóvenes y nuevas tecnologías, pero esto es un tsunami que nos arrastra a todos. Muchas veces los adultos no tenemos una relación muy saludable con ellas...

Para nada, precisamente por eso necesitamos que los adultos reciban formación y se instruyan porque no solo son educadores, sino también usuarios. Hace poco tuvimos que sacar un décalogo para grupos de whatsapp de padres porque nos lo pidieron en muchos colegios e institutos por los problemas que provocaban, porque nadie les ha enseñado a usarlos correctamente. Crean uno y empiezan a difundir información personal de alumnos sin permiso de los padres, o a distribuir fotografías de un evento sin autorización del resto, o empiezan a criticar a una persona del centro cuando ese no es el canal adecuado, o los convierten en sitios donde intercambiar peticiones sobre los deberes y cosas sobre el estilo, con lo cual muchos padres al final abandonan. Somos los propios adultos los que necesitamos formación sobre el uso de muchas herramientas, como usuarios y como educadores. El problema está en poner en sus manos herramientas sin darles formación y por parte de personas que muchas veces tampoco la tienen.

Más alumnos del IES Xoán Montes quieren sumarse a la 'dieta digital'

El centro inició un programa este curso en el que una veintena de estudiantes, de forma voluntaria, se limitan el tiempo de nuevas tecnologías

El instituto Xoán Montes organiza, junto con el Anpa, las conferencias de Guillermo Cánovas, que este jueves habló ante docentes del IES, equipos directivos de los colegios adscritos al centro de secundaria y miembros de las asociaciones de padres de todos ellos. El IES Xoán Montes tiene este curso en marcha otro proyecto relacionado con las nuevas tecnologías, denominado ‘Dieta Dixital’, en el que participan una veintena de alumnos. Estos se han comprometido voluntariamente, con sus familias y con el centro, a reducir el uso de móviles, tablets y dispositivos a tres cuartos de hora diarios de lunes a viernes y a una hora y media los fines de semana.

La primera valoración del programa es "positiva" y algunas familias han pedido incorporarse a la iniciativa, según indicó la vicedirectora del centro, Consuelo Burgo, una de las promotoras de la experiencia, que se ha puesto en marcha con los alumnos de primero. "Algún pequeno e algunhas familias comunicáronos que se querían apuntar e dixémoslles que se personara nunha próxima reunión que imos ter para sumarse ao que se pacte agora", indicó Burgo.

En la coordinación de la iniciativa también participan la orientadora del centro, Cristina Vila, y la jefa de estudios, Ana Rico. Como la experiencia está teniendo buenos resultados, el centro se plantea seguir adelante. "A idea é que continúe e xa estamos madurando, de cara ao ao que vén, que teña continuidade cos pequenos que nos entran dos centros adscritos todo o posible e nas mellores condicións posibles", indicó Burgo.

El centro quiere seguir adelante con el proyecto el año que viene con los escolares que llegan de centros adscritos

OBJETIVOS. La vicedirectora señala que hasta este momento, "a valoración xeral respecto aos obxectivos que se lle puxeron ás familias e aos pequenos é bastante positiva en conxunto, ao mellor hai algún que non chegou a conseguir o tempo suficiente, pero en xeral foi positivo, incluso máis do que nós esperabamos", señaló.

Burgo apunta que el programa gira en torno a tres grandes ejes: limitar el tiempo de uso de móviles, tablets y otros dispositivos electrónicos; ganar tiempo para la familia y para otras actividades sociales que no se ciñan a los medios tecnólógicos y, por último, "ser observadores dos cambios que se producen", es decir reconocer el efecto que tiene este cambio de hábitos en la vida personal y en el ámbito escolar y académico.

Precisamente uno de los efectos buscados era "conseguir que a cuestión académica estea algo máis presente e activa porque ás veces, con tanta tecnoloxía, o uso que se fai non é o adecuado para estas edades", indicó la vicedirectora del Xoán Montes, que considera que "a tecnoloxía está moi ben, pero ao mellor onde fallamos un pouquiño en como se usa, sobre todo a determinadas idades".

Según cuenta Burgo, los alumnos participantes en el proyecto, al intentar cumplir el compromiso que han adquirido, tienen un efecto colateral en otros compañeros y amigos que no se han impuesto restricción alguna. "Por exemplo, como saben que está limitado o tempo, iso inflúee nos que teñen que chamar, que como saben que non van estar, xa non insisten tanto co cal, de algunha maneira e sen querelo, mimetizan aos outros".