Un cementerio de animales facilita a los dueños despedir a las mascotas

La ciudad cuenta con 20.264 perros y el Concello estudia habilitar un camposanto para animales cerca del de San Froilán
La tumba de un perro. PIXABAY
photo_camera La tumba de un perro. PIXABAY

En la ciudad de Lugo residen 20.264 perros, según el registro de la Xunta. En la provincia son 97.601. Cada vez son más y cada vez cuentan con más servicios, desde clínicas veterinarias hasta centros para lavado y desparasitado o residenciales por si sus dueños se van de vacaciones y no tienen con quién quedarse. Pero falta uno que el Ayuntamiento tiene intención de proveer: un cementerio de animales.

No sería solo para perros sino para todo tipo de mascotas y, sin embargo, probablemente quienes más descansen allí sean los canes. Tal y como está previsto, se haría en una parcela próxima al de San Froilán, donde el Concello tiene terrenos, y albergará solo urnas con cenizas, no se harán enterramientos.

La secretaria del Colegio de Veterinarios de Lugo, Adriana Méndez, cree que puede tener mucha demanda ya que hay muchos lucenses que agradecerán tener un lugar donde recordar a sus mascotas. También cree que tendría más en caso de admitir que se enterrasen.

Por ahora, dos son las posibilidades que admite la ley para los cadáveres de mascotas. Una, el enterramiento en una finca particular. Otra, la incineración por parte de una empresa especializada. Según la veterinaria, la mayoría de propietarios opta por la cremación. Apenas los cazadores o residentes en el rural –es decir, los que tienen tierra y maquinaria para cavar el hoyo–, se decantan por enterrarlos. Incluso gente con un pequeño terreno evita esa alternativa. "No se ven con fuerzas para asumir el enterramiento de un perro", apunta Méndez. Las circunstancias son otras cuando se trata de un animal pequeño como un pájaro o un hámster, pero no con un perro o un gato.

No hay en Lugo ningún horno crematorio que ofrezca sus servicios a los dueños de animales domésticos. Existe uno en la provincia, situado en Veterinaria, pero es de uso exclusivo de la facultad. Allí se incineran únicamente los cadáveres de las prácticas realizadas en el centro. Por eso las clínicas veterinarias de Lugo ofrecen a sus clientes los servicios de empresas de A Coruña o Pontevedra, que se encargan de recoger el cadáver e incinerarlo. Esa gestión ayuda a los dueños, en un momento doloroso, a tener que hacer el traslado del cadáver o mantenerlo en su poder hasta que la empresa lo puede recoger.

Ese tipo de firmas ofrecen incineraciones colectivas (más baratas) o individuales. Solo en el segundo caso entregan al propietario del animal una urna con las cenizas. Se les ofrece incluso la posibilidad de presenciar la incineración.

Las razones de los lucenses para elegir una u otra son variadas. En muchas ocasiones pesan las económicas, ya que para un perro de 15 kilos una colectiva puede suponer un coste de 62,40 euros y para una individual, de 236,20. Pero hay muchas otras. "Hay quien no soporta la idea de ver en casa a diario las cenizas de una mascota muy querida. También quien lo haría pero no se lo puede permitir...", señala la veterinaria.

En cualquier caso, las despedidas son complejas y la existencia de un cementerio municipal puede facilitarlas.

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