Martí, de La Habitación Roja: "La música es un fiel amigo"

Jorge Martí: "Siempre me ha parecido que más que escuchar nosotros música, es ella la que nos escucha a nosotros. Encontramos en ella las respuestas, o al menos un apoyo en los momentos en los que más lo necesitas. Está ahí para acompañarnos"
 
Martí, líder de La Habitación Roja.
photo_camera Martí, líder de La Habitación Roja.

Los últimos meses no han sido los mejores para Jorge Martí, cantante de La Habitación Roja. En abril de 2018, sufrió un tromboembolismo pulmonar del que, afortunadamente, se ha recuperado bien, aunque el runrún continúa en su cabeza. Ese mismo año, el gran público conoció la dura historia que hay detrás de este músico gracias al documental ‘In the middle of Norway’ (traducido mágicamente como ‘En medio de la nada’), en el que se explica cómo Martí combina su profesión de artista con la de enfermero en Noruega, donde reside su mujer, enferma de encefalomielitis miálgica. Dos caras de una moneda que han moldeado al Jorge que es hoy en día. 

Lo primero es lo primero. ¿Cómo está?
Bastante bien. Ya hace más de un año que me pasó todo este asunto y se supone que estoy recuperado del todo. Tengo controles cada cierto tiempo pero no tomo medicación, aunque con esta vida un poco ajetreada que llevamos siempre tienes la mosca detrás de la oreja.  

Al margen de la enfermedad, tras la publicación del documental su vida privada ha estado muy expuesta. ¿Le molesta que quizás incidamos demasiado y preguntemos por temas personales?
No, uno lleva mucho tiempo ya en el mundo de la música y cuando se expone es normal que la gente pregunte. 

El desgaste personal tampoco se nota, llevan 20 años con el grupo y no han bajado el nivel. Si me apura, hasta han ido subiendo. 
Hace poco comentábamos en el grupo que el año que viene cumpliremos 25 años y, lejos de pensar que vivimos en el pasado, estamos en un momento muy bueno. Tenemos muchas cosas por hacer, proyectos... Es bonito ver que, a pesar de tanto tiempo, el momento actual es el mejor por el que pasa el grupo. Tocamos muy a gusto las cosas. Ahora hemos cambiado el manager, el sello discográfico, empezamos una nueva etapa y eso también es bastante ilusionante.

Renovarse o morir. 
Cuando llevas una relación de mucho tiempo a veces bajas un poco la guardia y es cierto que si cambias un poco la dinámica, es bueno para ambas partes porque hay un extra de ilusión que creo que es positivo. Las relaciones de mucho tiempo acaban desgastando.

Han sabido reciclarse y mantener su sonido. A veces las bandas intentan florituras con el paso del tiempo y pierden su esencia, mientras otras pecan de sonar repetitivas. Parece que han encontrado el punto medio. 
No sé realmente si eso es fácil o difícil. En nuestra mente siempre ha habido la intención de intentar coger cosas de la música contemporánea pero aspirando a la condición de clásico. Tenemos puntos en común que nos unen y creo que esa coincidencia hizo La Habitación Roja. Igual no es tan latente pero hemos afrontado los discos con la intención de ir un poco más allá y darle una vuelta de tuerca. Intentando divertirnos y emocionar sin perder la esencia. Esto último tiene que ver con que te guste lo que haces. 

Me gusta eso de la aspiración a ser clásico a partir de lo nuevo. Es indudable que en cada uno de sus trabajos nuevos un par de temas se han podido incorporar al repertorio habitual de los fans.
En nuestro repertorio actual es cierto que hay canciones de todas las épocas. Otra cosa positiva es que muchas canciones han trascendido el ‘underground’ puro y muchas son canciones de los últimos seis u ocho años. Es curioso porque sí es verdad que muchas carreras empiezan muy fuerte y se van desinflando. En nuestro caso fuimos un grupo que prometía mucho y que, por fortuna o por desgracia, hemos ido un poco a nuestra bola, a nuestro ritmo. Aunque con el tiempo hemos ido mejorando y los discos son más consistentes. Al final de todo, lo que cuenta es el camino y creo que hemos sido capaces de mantener la humildad y la ambición. Siempre hemos tenido la capacidad para emocionarnos con lo que estamos haciendo y creo que eso se transmite al oyente.

La nostalgia tiene mucho peso en su música, ¿cómo varía el sentimiento nostálgico de un chaval de 20 o 25 años a cómo lo comprende dos décadas después?
Más que nostalgia, nuestra música tiene una melancolía inherente, presente todo el tiempo. Es posible que tenga que ver con las circunstancias personales de la banda, la deslocalización, que cada uno venga de un lugar determinado, los periodos de separación... El otro día leí una entrevista a Woody Allen, en la que le preguntaban si había nostalgia y decía que por supuesto. La nostalgia es algo involuntario, uno no siempre tiene presentes esas cosas. Uno echa de menos lo que no tiene o lo que ha perdido, como cantaba Serrat. Esas necesidades van cambiando con el paso del tiempo y no son las mismas cuando empezamos que ahora. Las necesidades cambian. Los problemas que afrontas y las vivencias que tienes trascienden la música. Es una mezcla de melancolía, nostalgia y tristeza pero también alegría, vitalidad y ganas de seguir. Afrontamos nuestra carrera con una actitud muy positiva y combativa. Somos un grupo que se ha levantado después de cada revés. 

Una de las cosas maravillosas que tiene la música es precisamente cómo un mismo mensaje puede significar cosas diferentes para cada persona que lo escucha. Incluso para la misma. 
Creo que ahí está la grandeza y la universalidad de la música. Uno hace una canción desde el punto de vista de su experiencia, o interpretando las circunstancias de terceros. Y luego ese mensaje se vive por los oyentes de una manera diferente. A veces la forma de percibirlo es cercana al origen del mensaje que uno tenía cuando la escribió y otras la gente hace sus propias lecturas, y creo que son tan válidas como las del autor. Uno hace suyas las canciones cuando las escucha y eso es importante. La música siempre me ha parecido un amigo fiel que más que escucharla nosotros a ella, es ella la que nos escucha a nosotros. Siempre encontramos allí o las respuestas o al menos un apoyo en los momentos en los que más lo necesitas.

Un amigo fiel que se adapta a todas las situaciones.  
No recuerdo ahora mismo quién dijo que todo arte aspira a la condición de música. La música es muy poderosa, provoca estados de ánimo y acompaña. La utilizamos para hacer el amor, para cocinar, para celebrar o para despedir. Siempre está ahí para acompañarnos.

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