Como Don Quijote de la Mancha, Marga Portomeñe ve gigantes. Pero ella va y los restaura. Con la paciencia propia de un artesano y una técnica ya muy depurada, está lucense empezó restaurando los gigantes de Viveiro, siguió con los de Lugo y ahora va a volver a la vida los de Betanzos.
Lleva muchos años elaborando figuras de cartón piedra, pero hace cinco años dio un paso adelante y convirtió ese oficio artesano, que aprendió en el Centro de Artesanía, en su profesión.
Se lanzó para poder abordar los primeros encargos que tuvo para restaurar piezas históricas y dice que le ha dado mucha satisfacción ver cómo volvían a la vida.
El primer día que los gigantes de Lugo volvieron a salir a la calle se topó con la emoción de los mayores, que se reencontraban con personajes que conocían pero llevaban muchos años fuera de circulación. Pero cuenta que fue incluso más intenso descubrir el entusiasmo de niños y jóvenes, emocionados al descubrir unas figuras de las que no sabían nada.
Los gigantes de Lugo son de los más antiguos que ha tratado -se sabe que ya existían en los años 50 del siglo pasado, porque hay fotos en blanco y negro de las figuras- y dice que estaban muy dañados, por eso está especialmente contenta de haber podido restaurarlos.
Los lucenses pudieron descubrir ayer en directo su forma de trabajar gracias a las jornadas Artesanía Viva, que la concejalía de cultura organiza los sábados de abril en la Praza da Soidade.
Aventura en Muniellos
En una jornada con bastante público, a pesar del tiempo, los lucenses también pudieron descubrir la aventura de Alberto Uría, ovetense que volvió a la tierra de sus padres y ha creado ‘El país del abelleyro’, desde donde quiere poner en valor el mundo rural. Produce miel y ha creado un ecomuseo en Muniellos.
Próxima cita
La cita seguirá el sábado próximo con Xalgarete, Xosé Darriba y Miguel Mosquera.
