Maratón en las 'colas del hambre'

El Banco de Alimentos pasa a repartir comida durante toda la jornada del martes para evitar aglomeraciones por el covid, a pesar de lo cual la afluencia de gente evidencia las necesidades
Un momento del reparto de alimentos en el Banco de Alimentos de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un momento del reparto de alimentos en el Banco de Alimentos de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

La emergencia económica en la que siguen sumidas unas mil familias de Lugo y de municipios del entorno ha llevado al Banco de Alimentos a organizar un auténtico maratón para poder atender a los solicitantes de ayuda.

A las puertas de la entidad en O Ceao se repitieron este martes las colas del hambre, y eso que se ha reorganizado el reparto con turnos, para evitar que las aglomeraciones deriven en un riesgo sanitario en un momento en el que la epidemia del covid sigue azotando a Lugo y, además, se registran temperaturas gélidas.

Para tratar de adelgazar las colas, el Banco de Alimentos reparte ahora comida los martes a lo largo de todo el día y distribuye también alimentos los viernes por la tarde. Pero la demanda es muy alta y la entidad no cerraba este martes sus puertas hasta pasadas las nueve de la noche, tras una jornada agotadora, y de padecer mucho frío, para todos los voluntarios.

Para los receptores de alimentos, el año ha comenzado con la misma triste rutina de tener que acudir en busca de ayuda. Amadora Núñez, responsable del Banco de Alimentos de Lugo, decía este martes que siguen siendo muchísimos los vecinos de Lugo que necesitan ayuda. Ahora son, con todo, en torno a la mitad de los que llegaron a acudir en busca de alimentos al principio de la crisis sanitaria.

En medio del drama, los beneficiarios lo que sí perciben es la solidaridad, señalaba la responsable del Banco de Alimentos

El pago de los ertes y la llegada de ayudas sociales ha permitido que muchos dejen de depender de ese servicio para tener un plato caliente, pero las necesidades siguen siendo ingentes en toda la provincia, no solo en Lugo, apuntaba este martes Núñez.

Así, detallaba que en Sarria hay en este momento unas 300 familias que precisan ayuda y que se mantienen también las necesidades en Monforte y en A Mariña.

En la capital y su entorno, además del suministro de alimentos a mil familias, se hace llegar comida también a 54 entidades sociales y a varios ayuntamientos, explicaba Núñez.

En medio del drama, los beneficiarios lo que sí perciben es la solidaridad, señalaba la responsable del Banco de Alimentos. Y es que las donaciones altruistas se mantienen firmes.

Esas donaciones fueron especialmente generosas por parte de empresas en Navidad. Coren, por ejemplo, aportó capones para todas las familias beneficiarias del Banco de Alimentos. También Sada hizo una gran donación de pechugas de pollo y Medio Rural aportó diez terneros sacrificados por el rito halal, para permitir que todos los beneficiarios recibieran carne, destacó Núñez.

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