Las máquinas de apuestas deportivas se disparan en Lugo hasta las 464 desde 2018

Hay tres salas especializadas en la provincia, a las que se unen otros siete salones de juego que también las tienen y decenas de bares

Un lucense juega en una máquina de apuestas. XESÚS PONTE
photo_camera Un lucense juega en una máquina de apuestas. XESÚS PONTE

El sector del juego en España ha dejado atrás en los últimos tres años el frenazo determinado por la crisis y ha recuperado niveles de crecimiento que le permiten volver a firmar números de Champions League de la economía. Unas tasas de crecimiento que están siendo especialmente abultadas en el juego por internet y en las salas de apuestas, aupadas en una auténtica fiebre por las apuestas deportivas.

A este fenómeno no es ajena la provincia de Lugo, que ha visto como en apenas dos años las máquinas de apuestas deportivas repartidas por salas de juego y bares se han disparado hasta las 464 actuales, 183 funcionando en la capital y 278 en el resto de la provincia. Son datos facilitados por la Delegación de la Xunta en Lugo, que informa de que el gran despegue de licencias para estas máquinas se produjo en 2018.

Ese mismo año, indican los datos, se incrementaron también de manera exponencial las peticiones de licencias para salones de juego y tiendas de apuestas deportivas. En los salones de juego conviven las máquinas recreativas (la conocidas como tragaperras) con las de apuestas deportivas; en estos momentos hay cinco abiertos en Lugo, uno en Viveiro y otro en Monforte. Por lo que respecta a salas especializadas en apuestas deportivas, hay una autorizada en la capital, otra en Monforte y otra en Sarria; había una funcionando en Burela, pero ha comunicado su cese de actividad.

En Galicia hay dos asociaciones que se dedican específicamente a la ludopatía: la viguesa Agaja y la coruñesa Agalure, que trata a 15 adictos lucenses

No será fácil, en cualquier caso, que este crecimiento exponencial del juego presencial se mantenga en el tiempo, dado que la Xunta de Galicia parece dispuesta a ponerle freno con una nueva ley del juego cuyo borrador se acaba de presentar para su debate con los diferentes sectores. Ese borrador ha llegado acompañado por un decreto que paraliza las licencias para crear salones de juegos y tiendas de apuestas mientras se tramita la ley, para evitar especulaciones. Una vez aprobada la ley, la idea también es limitar estos locales a los que ya hay en la actualidad o con licencia en tramitación: en estos momentos hay 97 salones de juego funcionando en la comunidad y 21 pendientes de licencia y 41 tiendas de apuestas en funcionamiento.

El espíritu de la ley camina en el sentido de limitar en lo posible, dentro de las competencias autonómicas, los efectos perniciosos más evidentes, como el incremento de la ludopatía y el cambio de perfil del adicto que se está produciendo, tras haberse detectado un incremento en el número de menores que apuestan y, sobre todo, en el hecho de que los ludópatas actuales son personas que cada vez empezaron a jugar antes y que han tardado menos años en engancharse.

La operación Oikos ha puesto al fútbol profesional en el centro de las sospechas por amaños de partidos

Por ello, el borrado de la ley gallega del juego incluye medidas para reforzar la exigencia de control de acceso, centrada especialmente en menores y jugadores que voluntariamente se hayan inscrito en el registro de prohibidos. Se incrementarán además las ya elevadas multas a los establecimientos que incumplan las normas, y se amplían las distancias tanto de estos salones con respecto a centros educativos como entre sí mismos.

Eso, por lo que respecta a los salones y tiendas de apuestas. Por lo que respecta a las máquinas que se pueden instalar en cualquier bar, se irá reduciendo su límite máximo a medida que se vayan dando de baja; en la actualidad, cuando se da de baja una máquina se puede autorizar otra en su lugar.

Estas medidas vendrán acompañadas también por un pequeño golpe a una de las líneas de flotación del mercado del juego y, en especial, de las apuestas deportivas: la publicidad en los medios y los patrocinios. La inversión de la industria del juego en promocionarse no deja de subir, centrada además en el patrocinio de equipos deportivos y en figuras populares tanto de la televisión como del deporte, sobre todo del fútbol.

FÚTBOL Y AMAÑOS. El fútbol, de hecho, se ha situado en el centro de todas las sospechas por supuestos amaños, una de las consecuencias más graves que lleva aparejado este crecimiento de las apuestas deportivas y que está lejos de atajarse, ya que el epicentro se sitúa en el ámbito más difícil de regular y controlar, el juego en internet. La última constatación ha llegado en forma de operación judicial, la Oikos, en que se ha desmantelado una red liderada por los exjugadores Carlos Aranda y Raúl Bravo, con la participación de otros del Deportivo e incluso directivos del Huesca, que supuestamente participaron en el amaño del Valladolid-Valencia de la última Liga para manipular apuestas. También está bajo sospecha un Huesca-Nastic e incluso se ha preguntado a los testigos por el Lugo-Huesca de la pasada temporada, sin que hasta el momento se encontrasen pruebas que sustenten las sospechas.

4.547 millones se gastaron en casinos, bingos, salones de juego, máquinas en hostelería y apuestas deportivas gestionadas por el sector en 2017

El virus de los amaños deportivos, tan extendido en algunos deportes individuales como el tenis, en el que las mafias han llegado a extorsionar y amenazar a jugadores y a sus familiares para mantenerlos en sus redes, está infectando ya mercados tan enormes como el del fútbol. De momento, el amaño en Primera y Segunda División, las categorías profesionales en España, no es nada sencillo por la vigilancia y los altos salarios de los jugadores, pero todos los expertos coinciden que la situación es bien diferente en Segunda B o en Tercera, donde cada vez habría más jugadores dispuestos a sacarse en las apuestas un dinero que no cobran en sus clubes, para lo que estarían echando mano sobre todo de las máquinas, por el anonimato.

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