Gómez: "Antes el paciente ingresaba por juanetes y ahora se va a casa"

La doctora Gómez Rois coordina una unidad que no ha hecho más que crecer desde que se puso en marcha y que todavía no ha tocado techo ► En casi la mitad de las operaciones que se hacen en el hospital lucense los pacientes se van a casa el mismo día de la intervención
Manuela Gómez Rois
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La anestesióloga Manuela Gómez Rois repasa en esta entrevista el gran desarrollo de la cirugía mayor ambulatoria. 

El hospital tenía 4 quirófanos de cirugía mayor ambulatoria pero ocupa 6. ¿Cree que no se planificó bien?
No, este es un buen hospital, pero sí es verdad que se alargó mucho en el tiempo la construcción y la cirugía mayor ambulatoria ha tenido un bum en la última década, que fue más o menos lo que llevó construir este hospital. La previsión que se hizo fue poco optimista o no realista, no acorde con el despegue que ha tenido la cirugía mayor ambulatoria. 

¿Son diferentes sus quirófanos de los de cirugía con ingreso?
No, son iguales. Una cosa que hay que tener claro es que la cirugía mayor ambulatoria no es ni una forma de operar ni una forma de anestesiar. Es una organización para que todo vaya bien y el paciente pueda pasar el postoperatorio en su casa. El quirófano es un quirófano normal y la sala de reanimación es igual que la sala a la que va un paciente de una cirugía con ingreso. Son quirófanos polivalentes, eso sí, en los que se pueden hacer intervenciones de oftalmología, otorrinolaringología... Cada vez la cirugía mayor ambulatoria es más compleja, a medida que hay mejoras en las técnicas quirúrgicas y anestésicas. Con una anestesia como la que había hace 20 años no te podías ir a casa. Ahora se hacen fármacos que se eliminan rápidamente y hay unas técnicas de anestesia regional que antes no se hacían porque no había ecógrafos. Los cirujanos tienen laparoscopia, mallas, artroscopia... Hay nuevos equipos y técnicas que permiten que la cirugía sea menos agresiva y que haya menos complicaciones y se puedan ir a casa. 

"Un 48% de las cirugías que se hacen en el hospital son ambulatorias. Hacemos unos 150 procesos diferentes"

¿Acabarán ampliando el número de quirófanos?
Creo que sí. Quirófanos y sala de recuperación anestésica, harían falta las dos. En este hospital están unidas la cirugía mayor ambulatoria y la cirugía menor, que es una cirugía de consultorio. Se está haciendo una sala quirúrgica para esa cirugía menor y eso nos deja libres una serie de quirófanos que vamos a poder usar. 

¿Qué porcentaje del total de las cirugías son ya ambulatorios, cuántos procesos se hacen de esa forma? ¿Cuáles han ido sumando?
Un 48% de las cirugías son ya ambulatorias, según los últimos datos que tenemos, que son del 2015. Hacemos así unos 150 procesos. A medida que vas creciendo vas dando un nuevo paso. Tienes la experiencia de otras unidades que van por delante, aunque nosotros desde que la abrimos tenemos un estándar bastante alto. Desde que la abrimos, sumamos también la cirugía de juanetes, artroscopias de hombro, vesícula laparoscópica, cirugía de tiroides, hernias laparoscópicas... Sobre todo hemos ido ampliando en cirugías complejas. También ampliamos la edad de los niños en otorrinolaringología infantil: empezamos con cuatro años y ahora hemos bajado a tres años porque vimos que los resultados eran muy buenos. 

De todas las cirugías ya ambulatorias, ¿cuál es la que hace unos años parecía realmente imposible que se hiciera sin ingreso?
Hay varias, sobre todo las que no se hacían de forma ambulatoria por el dolor, como puede ser la de juanetes. Antes tenía unos ingresos de unos cinco días por el dolor. Ahora, con las técnicas regionales que hacemos, la gente se va a su casa y las primeras 24 horas, que son las más dolorosas, las pasa con su pie dormido. La gente está muy agradecida y cuando se opera del segundo pie y el primero lo hizo con ingreso notan mucho la diferencia. También las vesículas laparoscópicas, porque es una cirugía que potencialmente puede tener muchas complicaciones: sangrado, sepsis... Es una empeño mío y del doctor Conde y los resultados son muy buenos. También es cierto que es una cirugía que lleva siendo ambulatoria ya muchos años en otros sitios. 

"Lo que prima es la calidad y, por encima de todo, la seguridad. No queremos que los pacientes tengan que reingresar"

¿Qué reticencias percibe a la cirugía ambulatoria?
Una cosa es cuando la pones en marcha y otra cuando la unidad está ya perfectamente establecida. Cuando la pones en marcha tienes dos reticencias. Una es la del paciente, que no es el mismo en un medio urbano que en uno rural, como puede ser en nuestro caso, donde hay grandes distancias y el paciente se ve lejos, tiene miedo... Pero también es verdad que los pacientes escuchan buenas referencias de otros y eso les anima. Otra es la de los profesionales. Son muchos años de tener al paciente cerca y recordar que se puede complicar en cualquier momento. Lo que pasa es que nadie hace ambulatorio un proceso quirúrgico sin más: todo tiene un proceso, tienes la experiencia de otros hospitales y vas estudiando cómo puedes ir haciendo ambulatorios los procesos en el tuyo. Si ves que los pacientes tienen un ingreso de cinco días por el dolor, tienes que ver cómo reducir ese dolor. Lo que prima es la calidad y, por encima de todo, la seguridad. No queremos mandar a casa a nadie para que complique y tenga que reingresar. 

¿Se encuentran con gente a la que se le propone cirugía ambulatoria y piensa que es solo por ahorrar?
Sí, aunque la verdad es que cada vez menos. 

¿Se tiene en cuenta el deseo del paciente, si quiere pasar el postoperatorio en el hospital o en casa?
Sí, pero hasta cierto punto. Si tengo un paciente de una cirugía como una vesícula que de ninguna manera se quiere ir a casa, lo valoras. Tenemos unos criterios de selección que hacemos en la consulta de preanestesia que son, por un lado sociales: tiene que tener un acompañamiento, acceso a un medio de transporte, teléfono... También se tienen en cuenta las distancias: más o menos la provincia de Lugo está cubierta, aunque depende del proceso. También tenemos en cuenta la parte médica, por supuesto. En un principio se operaban pacientes sanos, sin patología sistémica. Hoy se ha ampliado y tenemos también pacientes con patología sistémica pero que están estables. En algunos casos, incluso tenemos pacientes que tienen una patología que pone en riesgo su vida, pero que se van a hacer cirugías cortas con anestesia local. 

"En Estados Unidos el 80% de las cirugías son ambulatorias"

¿La principal ventaja de la cirugía sin ingreso es evitar las infecciones hospitalarias?
Hay ventajas para la administración y ventajas para el paciente. Para este, sobre todo es evitar la hospitalización, durante la que estás fuera de tu medio y que te obliga a movilizar a familiares para acompañarte. Evitar infecciones es otra ventaja. Nosotros tenemos un riesgo de infección del 0,2% y en el medio hospitalario es más alto. Además, al no depender de una cama la lista de espera es mucho menor. La gente sabe que si se quiere operar de una hernia y va con ingreso, es difícil que puedan programarle porque antes va la patología más urgente. En cambio aquí, va más rápido. Para la administración es menor el gasto y reduce lista de espera. 

¿Qué vamos a ver en el futuro hacer de forma ambulatoria que ahora no se esté haciendo?
Muchas cosas. En Estados Unidos el 80% de las cirugías son ambulatorias. Aquí hay muchas cosas que aún no hacemos y que sí se hacen en otros sitios: la hernia de hiato, algunas artroscopias, algunas cirugías urológicas... Otro de los procesos que quizás puede llegar a verse ambulatorizado en el futuro podría ser, por ejemplo, la cirugía de prótesis de cadera.

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