Un lucense maltrata y roba a su novia menor de edad y elude la cárcel tras reconocerlo

El joven confesó que la golpeó multitud de veces, le dio cabezazos contra la pared y le sustrajo el móvil y dinero. Aceptó dos años de prisión, pero le suspendieron la pena y no tendrá que ingresar

Un joven lucense que maltrató y atracó por la calle a su novia, menor de edad, consiguió de momento eludir la cárcel tras confesar los hechos ante el juez y llegar a un acuerdo con la Fiscalía. El chico —que pese a su juventud no escatimó en violencia— se enfrentaba a tres años de prisión, pero ayer pactó una condena de 24 meses y las partes acordaron suspenderla si no vuelve a delinquir en tres años. El agresor aceptó además realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante 62 días.

El relato de hechos que realizó el fiscal revela el calvario que sufrió la víctima cuando ni tan siquiera había alcanzado la mayoría de edad. Según explicó, el acusado mantuvo una relación sentimental con la menor, que finalizó en julio de 2015. Tres meses más tarde, el 14 de octubre, sobre las 18.30 horas, el joven se acercó a la chica en la Praza da Diputación, la agarró del brazo con fuerza y la llevó hasta la parte trasera del edificio administrativo.

Una vez allí, le dijo que tenía un cuchillo y que le podía hacer daño si no seguía sus indicaciones, por lo que la joven accedió a ir con él a un piso, donde el chico le exigió que le entregara el móvil. La menor se negó a darle el teléfono y el acusado se puso cada vez más violento, llegando a agarrarla por los pelos, zarandearla, tirarla al suelo y propinarle golpes con las manos y con los pies. Finalmente, el chico se calmó, pero al día siguiente, sobre las diez y media de la mañana, volvió a golpear a la joven, la agarró por los pelos y le dio un cabezazo contra la pared. Además, cuando la chica se fue, no le devolvió el móvil.

A raíz de estos hechos, el juzgado de instrucción número 3 de Lugo impuso una orden de alejamiento que prohibía al joven acercarse a la menor o comunicarse con ella por cualquier medio.

Aun así, el 12 de febrero de 2016, alrededor de las cuatro de la tarde, el agresor entró en un bar de la capital —donde estaba la menor con su hermana y un grupo de amigos— y la agarró otra vez con fuerza por un brazo para sacarla del establecimiento. Además, mientras la obligaba a salir a la calle, le digirió varios insultos e incluso le propinó una bofetada en la cara.

ASALTO. Y por si no fuera suficiente con pegarle, cinco días después, sobre las nueve de la noche, la abordó por la calle y le dijo que le entregara todo el dinero que llevara encima. La joven, asustada, le entregó un euro, pero su exnovio consideró que no era suficiente y le dijo: "Sé que tienes más". Acto seguido, la golpeó.

«Lejos de ser aislados», explicó el fiscal, "estos hechos se produjeron durante la relación de forma reiterada, golpeándola en multitud de ocasiones, siempre cuando no había nadie delante". En el transcurso de los ataques, la menor sufrió hematomas y arañazos y tuvo que acudir al médico.

El agresor fue acusado de un delito de coacciones leves, otro de maltrato y tres delitos de lesiones en el ámbito familiar. El joven se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Penal 2 y reconoció la tanda de agresiones a las que sometió a su exnovia de forma despiadada.