La maleza se adueña un año más de los espacios públicos de la ciudad y vuelve a condicionar la visibilidad en algunas calles como consecuencia del crecimiento descontrolado de la hierba en aceras y rotondas.
El problema es recurrente cada año, aunque este año la situación de confinamiento ha hecho que, de momento, no se convierta en un problema serio para la movilidad. Las restricciones por la crisis sanitaria también han podido influir en un retraso en el acondicionamiento de esos espacios.
De hecho, el Concello no ha actuado para ordenar la limpieza en los solares privados, algo que crea constantes quejas vecinales, porque están suspendidos todos los plazos administrativos como consecuencia de la crisis del coronavirus, según explicó el departamento de medio ambiente, que dirige Álvaro Santos.