Este periódico se puso este miércoles en contacto con María Jesús García para conocer su versión de los hechos y escuchar sus explicaciones. La magistrada se mostró notablemente molesta y negó que fuera ella la que se dedica a repartir las octavillas y leer el tarot: "Yo no me dedico a echar las cartas, para nada. Se dedica a eso mi empleado del hogar. Tiene mi permiso y puede hacer lo que le dé la gana, porque no es funcionario", respondió.
PRUEBAS. La magistrada insistió en que el que se dedicaba a cobrar por echar las cartas "es mi empleado del hogar y no sé a ustedes qué les importa", pese a que este diario le comunicó que tenía pruebas de que ella colaboraba en el reparto de la publicidad y participaba en las actividades supuestamente adivinatorias: "Está usted muy equivocado, y yo estoy trabajando así que no me interrumpa. Lo hace mi empleado del hogar, y con mi permiso porque a mí no me molesta que haga lo que quiera mientras limpie, cocine y cumpla sus obligaciones conmigo", zanjó María Jesús García antes de colgar el teléfono.