La magia del pasado conquistó Lugo

La feria medieval volvió a gozar del favor del público permitió una completa recreación de los antiguos mercados ► Cantares de ciego, bufones, artesanos, música antigua o una misa en latín llenaron de contenido la cita festiva

La feria medieval congregó a muchos visitantes. XESÚS PONTE
photo_camera La feria medieval congregó a muchos visitantes. XESÚS PONTE

Lugo fue una ciudad importante en época medieval y su patrón fue una figura muy relevante de ese tiempo. Con ese pasado, no es de extrañar que la capital se vuelque cada año en la recreación de esa etapa de la historia y que muchos vecinos hagan una inmersión en el tiempo y se transfiguren para dar cuerpo a personajes de otros siglos.

Es lo que ocurrió nuevamente este viernes, cuando el entorno de la catedral volvió a convertirse en un escenario de otro tiempo y los vecinos vieron una especie de renacer de la feria que dio cuerpo a la antigua ciudad. Y es que Lugo prosperó gracias a las ferias y los mercados. Documentos de los siglos XI y XII dejan constancia de que en Lugo se celebraba una feria mensual el día 1 de cada mes y de que había otra anual que duraba varios días y empezaba en Todos los Santos.

En esa base histórica se sustenta la feria que organiza para cerrar el San Froilán la Asociación de Antiguos Alumnos de la Escuela de Arte y Diseño Ramón Falcón y que este viernes volvió a reunir todas las piezas definitorias de una cita de corte medieval: cantares y cuentos de ciego, juglares, trovadores, bufones...

La cita arrancó con el vuelo de un águila, que llevaba en sus garras el pregón de la fiesta. Las rapaces son ya una de las tradiciones de la moderna feria medieval de Lugo y provocan mucho interés, aunque también el rechazo de algún animalista.

Una segunda llamativa cita de la fiesta fue la misa en latín, celebrada en la capilla del Buen Jesús de la catedral y cantada por el Orfeón Lucense.

Hubo originales desfiles de personajes, desde templarios a saltimbanquis, y la música estuvo muy presente durante toda la jornada.

Los artesanos, por supuesto, tuvieron un peso clave en el desarrollo de la feria. Fue una demostración de que esos mercados son como lo fueron siempre en el antiguo Lugo, donde tenían importancia las industrias artesanales, en especial las relacionadas con el curtido de pieles o con la fabricación de herramientas agrícolas.

Eso sí, el emplazamiento elegido ahora para recrear esas antiguas ferias de Lugo tiene poco que ver con los originales. Se baraja que inicialmente la feria podía celebrarse en las llamadas Cortiñas de San Román, mientras que a principios del siglo XII debía tener lugar fuera de murallas, para pasar ya en la segunda década de ese siglo a lo que hoy en San Marcos y entonces se conocía como Rúa do Carballal.

Hoy es el entorno de la catedral el elegido para recrear ese pasado medieval lucense. Es un escenario capaz de atraer, como se demostró este viernes, a cientos de personas, que disfrutaron del ambiente de la feria, pero también de otros atractivos, incluidos conciertos como el de música antigua que ofreció el trío Ars Antigua.

Una animada queimada popular sirvió para cerrar la cita.

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