Un pequeño ejército de operarios se afanaba a última hora de la tarde de este jueves en dar los últimos retoques al maquillaje de los cines Cristal, dispuestos a recuperar desde este viernes su papel protagonista en el ocio de los lucense. A las 16.10 horas de esta tarde comenzará la primera sesión de esta nueva etapa para estas salas, que supone además el The End para los cines Abella y el drama en que se convirtió la historia de ese centro comercial en los últimos años.
Con cinco películas en cartel para sus tres salas, los Cristal ofrecen a los espectadores un decorado totalmente diferente al que mostraban en su anterior etapa, si bien el escenógrafo ha sido el mismo: el arquitecto Arturo Silvosa, que realizó hace 22 años el anterior proyecto de los Cristal y ha dirigido el de su remodelación completa. Conserva su estructura y distribución, pero poco más tras una actuación integral en la que "la propiedad ha apostado por dar un mayor punto de calidad", explica Silvosa.
Esta intención se refleja en todos los detalles, pero sobre todo en las butacas, todas de cuero rojo burdeos; la distancia entre asientos, "que es de 1,20 metros entre los respaldos, la mayor de todas las salas de Lugo"; y la anchura de los pasillos. También se ha mejorado en accesibilidad, tanto en los accesos como en las tres salas, que ahora no solo cuentan con espacio para sillas de ruedas sino que también tienen butacas para los acompañantes de las personas con movilidad reducida.
Cuentan con tres salas con butacas de cuero colocadas a 1,20 metros de distancia y con una capacidad total de 444 asientos
Estas reformas han obligado a los propietarios a perder asientos, unos 185 de los más de 600 que antes sumaban entre las tres salas. Ahora han quedado 184 en la mayor y 174 y 85 en las otras dos.
La entrada cuenta además con un amplio ambigú y pantallas digitalizadas de vídeo wall para información a los clientes. Por supuesto, según indica el responsable del proyecto, las salas incorporan la última tecnología en imagen y sonido digital.
Con una decoración en tonos negros, grises y blancos, el ambiente se crea también gracias a la distribución de luces led tanto en paredes como suelos y techos, que pueden ser programadas para cambiar de frecuencia y color según las circunstancias.
Adiós
Este jueves, el centro comercial aún recibió unos pocos visitantes: los cines Abella proyectaban sus últimas sesiones y el gimnasio no tenía previsto su cierre hasta el día 30. Y poco más: algunas máquinas expendedoras, un cajero automático y el Burger King, que aunque esté en el espacio del centro comercial funciona de manera autónoma. A partir de este viernes, su agonía entra en la fase terminal.