Luz verde a la instalación de los lectores de matrícula del centro de Lugo

Los accesos a Bispo Aguirre y Porta Miñá serán bidireccionales cuando se retiren los bolardos
Un bolardo en la puerta de Santiago. ARCHIVO
photo_camera Un bolardo en la puerta de Santiago. ARCHIVO

Es cuestión de días que se inicien las obras para sustituir los bolardos retráctiles que están instalados en los accesos al casco histórico desde hace 19 años por cámaras que leen las matrículas de los vehículos. Técnicos de la empresa adjudicataria, Informática El Corte Inglés, revisaron ayer los seis puntos de la ciudad en los que se acometerá este proyecto, que fue adjudicado a finales del año pasado con un presupuesto de 253.745 euros y un plazo de ejecución de cinco meses.

Este proyecto prevé también que se reforme el pavimento en el acceso desde la Ronda da Muralla a Bispo Aguirre porque este punto se habilitará para entrada y salida de vehículos, como así demandaban los vecinos de esta calle peatonal, en vez de una sola dirección como sucede hasta ahora.

La entrada se hará por el carril más próximo al monumento romano y la salida por el más cercano a los edificios. También pasará a ser bidireccional Porta Miñá, atendiendo a los empresarios de A Tinería, en donde es solo de acceso.

Los otros puntos de control se mantendrán: entrada y salida por la Rúa do Progreso; entrada por Rúa Luis Peña Novo y salida por Rúa Armanyá; entrada por Porta de Santiago y salida por la Praza da Constitución.

El nuevo sistema supondrá que el control del tráfico rodado en el centro de la ciudad se hará identificando las matrículas. Los dispositivos incorporarán de forma automática el expediente sancionador de quien incumpla con los permisos de acceso.

Uno de los cometidos de este proyecto es reducir la presencia de vehículos en el centro de la ciudad para contribuir así a disminuir los niveles de contaminación medioambiental, acústica y de las vibraciones que pueden resultar perjudiciales para monumentos como la muralla o la catedral.

El sistema actual es propicio a la picaresca. En las horas establecidas para carga y descarga en el casco histórico, como los bolardos permanecen bajados, hay conductores que aprovechan para circular por la zona sin tener autorización para ello, que sí tienen los trabajadores que prestan ese servicio y los residentes. El Concello de Lugo tiene concedidos unos 3.000 permisos en total.

Otra de las pretensiones de este proyecto es agilizar el tránsito de vehículos en los accesos al centro de la ciudad, pues a veces se producen embotellamientos en estos puntos, debido a que tiene que identificarse cada conductor y esperar a que descienda el bolardo para poder pasar.

El comienzo de la sustitución de los bolardos retráctiles por lectores de matrícula se producirá días después de que se inicien otras importantes obras en el centro de la ciudad, las de peatonalización de la Rúa Quiroga Ballesteros, que está previsto que empiecen este lunes.

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