La luz y el corazón de todos los creyentes

La catedral de Lugo acogió el domingo la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo. El acto institucional y religioso recordó este año la labor de los servicios esenciales durante la pandemia y honró a todos los fallecidos por el covid-19
Juan Ignacio Borrego, teniente de alcalde de A Coruña, dunte la lectura de la ofrenda ante el Santísimo Sacramento. SEBAS SENANDE
photo_camera Juan Ignacio Borrego, teniente de alcalde de A Coruña, durante la lectura de la ofrenda ante el Santísimo Sacramento.

La catedral de Lugo albergó el domingo la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo, un acto institucional y religioso que se celebra tradicionalmente el domingo siguiente al Corpus Christi desde 1669, y en el que participan los mandatarios de las antiguas capitales del Reino de Galicia: A Coruña, Lugo, Ourense, Santiago de Compostela, Mondoñedo, Betanzos y Tui.

Este año el turno le correspondió a la ciudad de A Coruña, en cuya representación acudió como oferente el primer teniente de alcaldesa, Juan Ignacio Borrego.

Como marca el protocolo, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, recibió en el consistorio a las autoridades, entre las que se encontraban la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez; el delegado de la Xunta, Javier Arias; el presidente de la Diputación, José Tomé; los regidores de Mondoñedo, Manuel Otero, y de Tui, Enrique Cabaleiro, y representantes de Santiago, Ourense y Betanzos. Este año sí hubo desfile con maceros hasta la catedral, amenizado por el grupo Os Xílgaros de Lugo, que interpretó la Marcha Solemne del Antiguo Reino con gaitas y percusión.

EUCARISTÍA. Tras la habitual procesión de autoridades desde la casa consistorial a la catedral, Juan Ignacio Borrego agradeció en la eucaristía que «el Señor reciba bien esta Ofrenda a la luz del Santísimo Sacramento».

El oferente herculino pidió también que inunde los corazones de los gallegos para que "nos ilumine en las decisiones difíciles y nos guíe en los pasos del sacrificio, que brille en nuestras tinieblas y cuando dejamos este mundo".

En respuesta, el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco, realizó la presentación de la ofrenda en un acto que contaba con más presencia de fieles que en la limitada edición de 2020. "La luz que brilla día y noche ante el Santísimo Sacramento, el primer motivo de esta noble tradición, como usted la recordaba, representa la luz del corazón y los ojos de cada uno de nosotros, que permanece vivo al reflejar la gloria del Santísimo Sacramento".

Carrasco Rouco también resaltó la labor de los sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, servicios esenciales y a los sectores estratégicos que siguieron en su puesto pese a las dificultades que entrañaba la pandemia "facendo da vida, a saúde e o benestar dos demais a súa prioridade".

También tuvo un recuerdo para honrar la memoria de todas las personas que fallecieron a causa del covid-19.