Luis Abelleira Mayor: "Les echo una mano con el reparto de mascarillas"

El confinamiento del presidente de Cruz Roja
Luis Abelleira Mayor. EP
photo_camera Luis Abelleira Mayor. EP

¿Cómo está llevando el confinamiento por el coronavirus?
Bien. Tengo una actividad como voluntario de Cruz Roja, que me permite pasar mejor el tiempo. Estoy echándoles una mano en el reparto de mascarillas y alimentos. El resto del tiempo estoy en casa. A Aprevar —la Asociación Provincial de Reparación y Venta de Automóviles y Recambios, que también presido— prácticamente no voy. No hay nada, los cursos se están haciendo online y los empleados trabajan desde casa.

¿Qué tal se va adaptando a esta situación de estar encerrado?
Me está costando. Y lo que más duro se me hace es que cada quince días se esté renovando el tiempo de confinamiento. Hacer una previsión general de lo que va a durar esto no es fácil pero de esta forma también se genera un poco de desconcierto.

¿Le ayuda a sobrellevarlo el hacer voluntariado en Cruz Roja?
Sí, en Cruz Roja los voluntarios es-tán trabajando un montón porque hay mucha gente que lo está pasando mal. Les estamos ayudando aportando alimentos y también compramos una grúa para levantar a los mayores que viven solos, se caen y nadie puede ir ahora a ayudarles a levantarse porque no puedes acercarte a la gente.

¿Cuál sería la lección que sacaría usted de todo esto que estamos viviendo ahora mismo?
Todo tiene su parte positiva pero en esto no acabo de verla bien. Lo que está claro es que, a partir de ahora, nos cambia la vida a todos porque las aglomeraciones de gente ni para septiembre creo que estén permitidas. Hasta que se saque una vacuna, nada. Nunca pensé que llegaría a experimentar esta situación. Lo que me quedó claro con el coronavirus es que los hombres no mandamos nada. La naturaleza se impone al ser humano y tiene más fuerza de lo que nos parece. Yo, simplemente, espero que aparezca rápido una vacuna y que no nos engañen las autoridades porque esos 9.000 casos más de fallecimientos que aparecen ahora entre Madrid y Cataluña no entiendo por qué no se contaron antes. En el fondo, da la sensación de que hay algo de ocultación del problema de cara a la población y eso está francamente mal en una situación como la que estamos viviendo en este país ahora mismo.