La Banda Municipal de Lugo volvió a tocar este sábado, después de casi tres años, y provocó el entusiasmo del público. La Praza de Santa María se llenó y los aplausos y vítores provocaron hasta alguna lágrima entre los músicos, emocionados por el recibimiento y contentos de haber sonado tan bien tras una ausencia tan larga.
El programa, y no solo la calidad del sonido, tuvo mucho que ver con la entusiasta acogida del público. Y es que los temas elegidos lograron tocar la fibra sensible del respetable. "Dende a Terra cara a Emigración" fue el título del concierto, en el que sonaron músicas gallegas y sones de los países que tradicionalmente acogieron a los emigrantes gallegos.
Se escucharon piezas gallegas como Lugo-Ferrol, de Gregorio Baudot; Andante. Sinfonía Nº 2 Nas montañas de Galiza, de Andrés Gaos, con arreglo de Hernán Naval, y A Lenda de Montelongo, de Bernardo del Río. Luego sonaron Abertura Cubana, de Gershwin, con arreglos de Koekelkoren; Amapola, de José M. Lacalle; Joropo, de Moisés Moleiro, y Sing, Sing, Sing, de Louis Palma, con arreglos de Naohiro Iwai.
Mateo Naval dirigió este sábado a la Banda como director invitado en un concierto que, de momento, seguirá siendo excepcional. Así, no hay de momento nuevas actuaciones previstas, pero el área de cultura trabaja para convocar lo antes posible la plaza de director, anunció este sábado.
