La ciudad cuenta con 140 edificios ruinosos, al menos. Esos son los que cuentan ya con un expediente por ruina en la concejalía de urbanismo, con la peculiaridad de que a algunos de ellos se les abrió hace más de 35 años. En concreto, Lugonovo -que reclama que se ponga en marcha un registro de estos inmuebles- cita como ejemplo uno: el del número 70 de la Rúa Nova, cuyo expediente fue incoado en el año 1981.
El estado en el que se encuentra, 36 años después de que ya se declarara en ruina, es objeto de las críticas de Lugonovo. «Parécenos impropio dun organismo municipal manter un edificio neste estado durante 36 anos. Sen embargo non é o único, hai ducias de vivendas na cidade que resisten dende os 90 nun pésimo estado de conservación ante a pasividade institucional». recordó el portavoz del grupo municipal, Santiago Fernández Rocha.
En otros casos, los vecinos se quejan del peligro de derrumbe de algunos inmuebles y de la inacción en torno a ellos. Es el caso de los de Río Eo, que denuncian que varios de los puntales de la parte superior del edificio en construcción abandonado que se encuentra en el número 31 están sueltos y amenazan con desprenderse. El mayor peligro surge cuando los zarandea el viento, señalan, algo que se pudo comprobar por momentos en estos últimos días. Recuerdan que se trata de una zona muy concurrida, por lo que el riesgo de que alcance a personas o vehículos es evidente si se desploman sobre la acera o calzada. Varios de los residentes ya lo denunciaron ante el Concello y fue advertida in situ una patrulla de la Policía Local, pero se quejan de que todo sigue igual. Se preguntan si es preciso que ocurra alguna desgracia para que finalmente se tomen medidas.
Lugonovo recuerda que hace un año el pleno acordó poner en marcha un registro de solares en ruina, sin que se hayan dado pasos para hacerlo realidad. Su portavoz recuerda que es obligación del Ayuntamiento hacerlo, ya que, al tener más de 50.000 habitantes, está obligado por la Lei do Solo y señala que se trata de una «medida coercitiva imprescindible».
Fernández Rocha recuerda que la norma exige varias cuestiones con respecto a los edificios declarados en ruina. En el caso de los incluidos en la zona Prepi, los dueños deben presentar un proyecto de construcción si se trata de un solar vacío o uno de rehabilitación si ya existe una construcción. Además, al conjunto de los que existen en la ciudad se les pide un cierre perimetral de dos metros y el adecentamiento de las fachadas.
El edil duda de que el Concello esté en condiciones de actuar si ni siquiera sabe cuántas son las parcelas afectadas y recuerda que ofrecen problemas de seguridad y de salubridad.
