El verano será absolutamente clave en la vacunación contra el covid-19. El esperado aluvión de vacunas de Pfizer en junio —laboratorio que pasará de mandar 1,7 millones de dosis por semana a 2,7 millones, según anunció el presidente del Gobierno— contribuirá a que la campaña pegue un acelerón. Ese mes estarán vacunados todos los lucenses mayores de 40 años y quizás incluso iniciada la de los menores de 30 años.
Lugo recibió esta última semana un total de 17.000 dosis de Pfizer. Se han utilizado para iniciar la vacunación de la población de entre 50 y 59 años y, en parte, para completar la pauta de los mayores de 70. Las próximas dos semanas se espera un suministro similar y, en ese período, se podría completar la primera dosis de los de 50 —que son más de 50.000 personas en la provincia— y la segunda de los lucenses en la sesentena.
El acelerón comenzará en la primera semana de junio, momento para el que está previsto que las dosis de Pfizer se incrementen en un 70%, pasando en el caso del área sanitaria de Lugo a unas 28.000 semanales.
Con ese suministro y teniendo en cuenta que la población de entre 40 y 49 años de la provincia son 48.292 personas podrían tener la pauta completa en junio. Si el suministro continuara igual, que es lo que se espera, en verano se podría, en realidad, resolver la vacunación de todos los lucenses mayores de edad. Cataluña ya ha propuesto que, para seguir la campaña una vez que los mayores de 40 estén inmunizados, se agrupe al resto de personas de más de 18 años en un solo grupo, sin dividirlo por décadas como hasta ahora.
Si finalmente se hiciera así y Pfizer siguiera garantizando un suministro regular de 28.000 dosis de la vacuna para la provincia semanalmente, los 63.795 lucenses que tienen entre 18 y 39 años de edad precisarían cinco semanas para completar su pauta. Así, a mediados de agosto ya podrían todos tener ambas dosis. Esa posibilidad —que cuando empezó la campaña de vacunación a un ritmo lentísimo parecía lejanísima— se basa en previsiones muy conservadoras, en realidad. Lo único que necesita para materializarse es que se cumpla la entrega de dosis de Pfizer comprometida y que el Sergas sea capaz de mantener el ritmo de vacunación como hasta ahora y de incrementarlo a partir de junio, incluso en verano, cuando el personal coge vacaciones.
Esas previsiones no han tenido en cuenta otros factores que podrían contribuir a acelerar aún más la campaña, como la llegada de dosis de otras vacunas y el hecho de que muchos de los lucenses de esos diferentes tramos de edad en realidad ya están vacunados por ser sanitarios o pertenecer a colectivos considerados esenciales, como trabajadores de residencias, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o profesores, entre otros.
La pirámide poblacional de Lugo supone en realidad que, si no se varía sustancialmente la entrega de vacunas —que se modulará un poco en función del peso que cada tramo de edad va teniendo— se llegue a verano con el gran esfuerzo ya hecho y se avance rápido una vez llegado a él. Frente a los 40 ó 50 años, ambos grupos con unos 50.000 lucenses de esa edad, los que tienen entre 18 y 39 son en realidad proporcionalmente muchos menos, solo 63.795.
De hecho, si se cumplen esos cálculos y teniendo en cuenta que todo apunta a que se acabará por incluir en la campaña de vacunación a adolescentes y niños, el curso escolar podría empezar con un pequeño grupo que ya hubiera recibido la primera dosis.
Por el momento, en la comunidad gallega ya hay más de un millón de personas que, al menos, inició la pauta de vacunación.
