La retirada en septiembre pasado de los relojes-termómetros que estaban instalados en puntos neurálgicos de la ciudad ha dejado un vacío entre muchos lucenses que se lamentan de que no fuesen aún repuestos, ya que ahora, cuando transitan por estas calles, ya no pueden informarse tanto de la hora como de la temperatura que hay en ese momento.
El BNG se hizo este viernes eco de estas quejas y anunció que presentará una iniciativa en la comisión correspondiente para solicitar "máxima axilidade" en la colocación de los nuevos paneles, de los que nada se sabe desde que el gobierno local anunció que iban a ser repuestos por unos más modernos.
El portavoz nacionalista Rubén Arroxo comentó que la finalización del contrato con la empresa que gestionaba los relojes-termómetros era "un asunto previsible e debería terse contemplado con tempo a renovación destes paneis". Por ello, el edil considera que la actual situación "é unha mostra máis do desleixo deste goberno que non é capaz de anticiparse a ningunha xestión por mínima que sexa".
Arroxo añadió que tras varios meses desde la retirada "nada se sabe" de la instalación de los nuevos paneles que el gobierno local anunció que iban a ser digitales.
UNA PRIORIDAD. El gobierno local indicó este viernes que el contrato para la readjudicación de las nuevas pantallas es una "prioridade" y que la finalización del proceso previo a la licitación está pendiente de la redacción de informes por parte de diferentes servicios municipales, como intervención o asesoría jurídica, aunque no se dio un plazo concreto de cuándo será licitado.
