Los accidentes laborales pasan a menudo desapercibidos, pero las estadísticas oficiales revelan que la siniestralidad en el trabajo no es una cuestión baladí. Según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo y Economía Social, solo en la provincia de Lugo se registraron el año pasado un total de 3.096 siniestros de esta índole, lo que se traduce en una media de 258 al mes.
El balance de 2022 es bastante similar al del año previo —cuando la provincia lucense soportó 3.085 accidentes laborales— y las cifras tampoco muestran este año un descenso demasiado acentuado, ya que entre enero y agosto se contabilizaron 2.267 casos, 251 al mes.
Sin duda, los números confirman el problema, aunque la inmensa mayoría de los siniestros tuvieron consecuencias leves. Aun así, medio centenar de trabajadores sufrieron el año pasado lesiones graves y nueve fallecieron en el ejercicio de su profesión u oficio. Los últimos datos recabados por Trabajo —que incluyen los nueve primeros meses del presente ejercicio— recogen otros seis accidentes mortales, a los que hay que sumar los dos óbitos registrados el pasado octubre, un mes que se puede considerar trágico en materia de siniestralidad laboral en Lugo.
Y es que en menos de cuatro semanas, la provincia lloró al delegado del Rácing Club Vilabés, Manolo Lamas, que perdió la vida a los 65 años mientras trabajaba en una obra en Cospeito, y a un septuagenario de Guitiriz, Antonio Barral, que falleció tras volcar el tractor con el que desbrozaba una finca.
Perfiles
La siniestralidad en el trabajo no esquiva categorías y no entiende de género, aunque los trabajadores afectados son mayoritariamente hombres. Así, de los 3.096 accidentados en 2022, un total de 2.222 eran varones y 874 eran mujeres. Por edades, la franja con más accidentes registrados fue la comprendida entre los 40 y los 44 años, con 456 casos. Le siguieron la de 45 a 49 (455), de 50 a 54 (411), de 35 a 39 (373), de 55 a 59 (367), de 30 a 34 (334), de 60 a 64 (243), de 25 a 29 (231), de 20 a 24 (178), de más de 60 (27) y de 18 y 19 (20). En la franja de 16 y 17 años se registró un accidente.
Las estadísticas revelan también que el 60% de los trabajadores accidentados tenían contrato indefinido, concretamente 1.875. De estos, 1.630 estaban a tiempo completo, 149 a tiempo parcial y 85 eran fijos discontinuos. Entre los trabajadores con contratos temporales se contabilizaron 783 siniestros, de los que 694 afectaron a personal a tiempo completo y 89 a tiempo parcial.
Además, en contra de lo que se pudiera pensar, la tasa de siniestralidad laboral es más elevada entre los trabajadores con más experiencia en su puesto de trabajo. De hecho, de los 3.096 afectados el año pasado en Lugo, 729 tenían una antigüedad de entre tres y diez años, mientras que 637 llevaban más de una década en su puesto. En el grupo de uno a tres años de antigüedad se registraron 500 sucesos; en el de 8 a 12 meses, 226; en el de cinco a siete meses, 221; en el de tres a cuatro meses, 216; en el de uno a dos meses, 308, y en el de menos de un mes, 259. La conclusión de este balance es que se contabilizaron más accidentes entre los trabajadores que llevan más de tres años en su puesto que entre los que llevan menos de uno.
En cuanto al lugar del accidente, el 68% de los siniestros (2.116) fueron en el lugar de trabajo habitual; otros 48, en otro centro, y 932, durante el desplazamiento.
La construcción y la industria manufacturera, sectores con más riesgo
Cualquier puesto de trabajo entraña algún tipo de riesgo, pero la siniestralidad laboral se reparte de forma desigual entre los diferentes grupos de ocupación. En la provincia de Lugo, el sector con más accidentes el pasado año fue el de los trabajadores cualificados de industrias manufactureras, con un total de 536 sucesos.
Le siguieron los peones de la agricultura, pesca, construcción y transporte (413), los trabajadores cualificados de la construcción (393), los trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero (347), los conductores y operadores de maquinaria móvil (290), los trabajadores de los servicios de restauración y comercio (286), los trabajadores de los servicios de salud y cuidado de personas (247), los trabajadores no cualificados en servicios (232), los técnicos profesionales de apoyo (103), los operadores de instalaciones de maquinaria fija y montadores (94), los técnicos científicos e intelectuales de la salud y enseñanza (54), los empleados de oficina sin atención al público (33), los trabajadores de servicios de protección y seguridad (31), los directores y gerentes (18), los empleados de oficina con atención al público (13) y los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (10).
Según el tamaño de la empresa, el mayor porcentaje de siniestros se da en las que tienen un menor número de trabajadores, entre uno y nueve empleados (743 de los 3.096 accidentes), seguidas de las que tienen entre 10 y 25 (591) y de los trabajadores por cuenta propia (437).
Un 12% de los accidentados eran extranjeros
Entre las personas que sufrieron algún tipo de accidente el año pasado mientras trabajaban en Lugo, 378 eran extranjeras, lo que supone algo más del 12% del total de afectados. De este grupo, 114 trabajadores procedían de algún país de la Unión Europea, fundamentalmente Rumanía (55) y Portugal (48). Otros 106 eran africanos; 77 de ellos de Marruecos y 12 de Senegal, y 134 procedían del continente americano: 31 de Colombia, 23 de Brasil, 21 de Venezuela, 18 de Perú y 11 de la República Dominicana, entre otros. Finalmente, alrededor de una veintena de afectados procedían de Asia.
En toda Galicia se accidentaron 2.173 extranjeros, el 7% del total.