Lugo reabre sus puertas a los turistas tras el frenazo causado por la pandemia

Establecimientos como el Balneario o el Puerta de San Pedro ya retoman la actividad para atender un turismo que ya va llegando
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photo_camera Una pareja de turistas entra en un hotel lucense. SEBAS SENANDE

Los alojamientos que permanecían cerrados van abriendo sus puertas. Julio ha sido el momento elegido para recuperar la actividad por establecimientos como el Balneario de Lugo o el hotel Puerta de San Pedro, uno de los más céntricos.

Ese tres estrellas del grupo Hotusa llevaba cerrado desde marzo del año pasado y retoma la actividad con expectativas, ya que tiene ya un número importante de reservas para este fin de semana.

Un cierre igual de prolongado tuvo el Balneario, que también reinició su actividad aunque no puede recuperar todavía una de sus fuentes principales de actividad, los viajes del Imserso, ya que este programa no se recuperará hasta comienzos de octubre.

La apertura de puertas se hace en los negocios que aún estaban cerrados al amparo del tirón que se espera que tenga el verano, dadas las ganas de viajar de muchos ciudadanos tras el largo periodo de restricciones y el hecho de que muchos de los turistas nacionales elegirán de nuevo este año destinos cercanos por seguridad, al estar los viajes aún muy condicionados por la pandemia.

Para los hoteles las restricciones por la pandemia han tenido un impacto económico muy importante, pero la mayoría de ellos ya fueron abriendo en junio del año pasado. Alguno, no obstante, volvió a cerrar puntualmente con posterioridad, como fue el caso del Méndez Núñez.

Ahora, los que siguen adelante con la actividad ya están operativos, en espera de la llegada de turistas cuyo paso se empieza a notar y que en muchos casos vienen siguiendo la llamada del Año Santo, aunque no sean peregrinos.

Ese efecto, aunque todavía de forma leve, ya se aprecia ligeramente en la ciudad, donde sí se aprecia el paso de turistas.

Turismo rural. Otros llegan buscando el turismo de naturaleza, algo que se percibe en las casas de turismo rural y en establecimientos de concepto más rompedor, como el glamping de O Veral, Cabanas das Chousas, donde sus responsables aseguran que, tras una temporada baja "donde solo llegaban clientes en fin de semana", ahora "empieza a haber movimiento también durante la semana" con reservas para estancias de hasta 15 días consecutivos.

Durante los fines de semana se mantiene la tendencia al alza con un julio y agosto "prácticamente completos", sobre todo el mes que viene. Los visitantes ya no son solo de la propia comunidad autonóma, sino que se espera "gente de toda España, desde Cataluña o Andalucía hasta Canarias".

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