Una pequeña idea puede generar un gran sueño. O transformar por completo una ciudad, aunque solo sea por unos días.
El Arde Lucus, que se celebra en la capital lucense desde este viernes y hasta el domingo, nació no oficialmente en el año 2001 como una fiesta de San Xoán impulsada por hosteleros de Campo Castelo y las calles Nova y Nóreas.
Era entonces esta zona epicentro de la noche lucense —aún lo sigue siendo, aunque con otras caras— y locales como el Calma Chicha, el mítico y añorado Emo o la Candonga sacaron sus barras adornadas a la calle.
Fue una fiesta novedosa, íntima, divertida, no multitudinaria eso sí, pero el germen de la que este viernes atrae a la otrora Lucus Agusti a unas 600.000 personas. Una cifra récord.
Arde Lucus es una fiesta de recreación histórica que evoca los siglos I y II d.C., cuando se expandió la ciudad Lucus Augusti hasta convertirse en una urbe destacada y en una de las capitales administrativas de la Gallaecia romana, ya en el siglo III.
Su muralla romana, declarada Patrimonio Mundial en el año 2000, es la única de todo el antiguo Imperio romano que conserva su perímetro íntegro.
El festival rememora las tradiciones celtas y romanas de la región, con el máximo rigor histórico posible y en una fecha, al comienzo de la época estival, que fue celebrada por ambas culturas.
NOVEDADES. La decimoctava edición de esta fiesta de Interés Turístico Nacional, que aspira a lograr este reconocimiento en el ámbito internacional, contará este año con unos 350 actos, de los que el 90% serán novedades. En el evento participarán 17 asociaciones del Arde Lucus, tres de las cuales cumplen diez años.
A la fiesta acudirán otros 27 colectivos procedentes de otras ciudades de España y de varios países europeos, que participarán este sábado en el tradicional desfile por las calles de la ciudad.
Algunas de las novedosas actividades son la danza de la fundación de la ciudad, este viernes, en la Praza de Santa María, o el espectáculo sorpresa que tendrá lugar el sábado en el pabellón municipal y que incluye un concierto del histórico grupo de música celta Gwendal.
También se elaborará un miliario romano con los nombres de todas las asociaciones lucenses que participan y dan vida al certamen. Porque es precisamente gracias a los ciudadanos lucenses —así como a todos los visitantes— que esta celebración histórica no ha parado de crecer a cada año y ya se ha convertido en todo un referente en España.
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