El Concello de Lugo ha iniciado las pruebas piloto para implantar una "gestión inteligente de los residuos sólidos urbanos", mediante la instalación de cien sensores volumétricos en los contenedores con el objetivo final de mejorar la eficiencia en la recogida.
Concretamente, los sensores servirán para tener información en tiempo real sobre aquellos recipientes que están llenos y cuáles están medio vacíos.
Las pruebas comenzaron el jueves y, según informó el gobierno local, para llevar a cabo esta experiencia piloto han sido elegidos los contenedores de envases ligeros y de papel, porque la intención de la Concellería de Medio Ambiente, que dirige Álvaro Santos, es aprovechar esta iniciativa para abordar un cambio en el sistema de recogida de este tipo de desperdicios.
Hasta ahora se utilizaba un sistema de carga superior, pero a partir de ahora se utilizarán vehículos de carga lateral, lo que, según Medio Ambiente, "incrementará la eficiencia de la misma", con un mayor número de contenedores recogidos por jornada.
El gobierno local ha informado de que ha empezado la colocación de los sensores "junto con la realización de diferentes pruebas en la nave del servicio", concretamente en lo referente a la "cobertura de datos y funcionamiento de las comunicaciones del sistema, la elevación de los contenedores con el sensor ya instalado y el llenado parcial de los mismos para comprobar su comportamientos".
"Son estudios necesarios con carácter previo a su instalación en la calle", precisó Santos.
La obtención de información sobre el estado de cada contenedor permitirá mejorar la eficiencia de la recogida de residuos, dado que los camiones se desplazarán directamente a los recipientes que están llenos, sin necesidad de pasar por aquellos que todavía están "medio vacíos".
Aparte de mejorar la eficiencia, esta nuevo sistema evitará "impactos en el medio ambiente" y "agilizará el tráfico al reducir el paso de camiones".
